Un Pequeño Cambio (The Swift)

Cuando me senté ante Un Pequeño Cambio no esperaba nada: sabía que era una comedia, sabía que su protagonista femenina era Jennifer Aniston...


Cuando me senté ante Un Pequeño Cambio no esperaba nada: sabía que era una comedia, sabía que su protagonista femenina era Jennifer Aniston… ¿qué se puede esperar de un producto así?

Pero he aquí la sorpresa (ojo, no es un peliculón ni mucho menos). Jennifer Aniston sale poco, lo justo y necesario para no destrozar la cinta y el peso de la cinta lo lleva Jason Bateman, quien está realmente bien. Hemos de decir también que entre Bateman y Aniston hay la misma conexión (llamadle química si preferís) que la que yo tengo con una merluza, vamos, ninguna. Pero he ahí donde entra en juego Thomas Robinson, vamos, un niño.

Y es que ya sabemos, si a una comedia de medio pelo le pones un niño (como principal) que lo haga medianamente bien, de golpe, la misma, sube dos escalones.

Un niño que para algunos será un sabelotodo repulsivo pero que sin duda es realmente tierno. Robinson y Bateman crean un tándem maravilloso con escenas realmente emotivas (como la de la pelea) relegando así a Jennifer Aniston a un segundo plano (vamos, que luce palmito y poco más).

Pero retomemos de nuevo el tema del guión: Un Pequeño Cambio no va a aportar nada al cine actual (ni al clásico ni al futuro), no va más allá de Semen, Un Historia de Amor (con un neurótico Ernesto Alterio y una bella Leticia Dolera). Desde la exposición del conflicto sabemos quién y cómo sucederán las cosas, todo está automatizado, en todo momento sabemos que ocurrirá… tan solo la neurosis del dúo Bateman y Robinson nos mantiene atentos a la pantalla.

Y contra lo que pueda parecer Un Pequeño Cambio está por encima de la media de las películas de género aunque si bien no llega a producciones como (500) Days of Summer, por ejemplo. Por todo ello (y en especial por la relación entre los dos hombres de la cinta):

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