Stone

Parece que para el séptimo arte no corren buenos tiempos, parece incluso que los pesos pesados siguen siendo pesados en la taquilla y en las...


Parece que para el séptimo arte no corren buenos tiempos, parece incluso que los pesos pesados siguen siendo pesados en la taquilla y en las interpretaciones pero que se enrolan en historias “raras” con las que el espectador no logra conectar; este, sin duda, es el caso de Stone, que llega respaldada por Edward Norton y el siempre eficaz Robert De Niro.

Pero como decíamos en el párrafo anterior Stone nos cuenta una historia de… ¿cuernos? ¿presos? ¿sexo? o ¿religión? Pues no lo tengo demasiado claro, parece ser que Stone intenta ser una mezcla de todas ellas pero que no consigue ser nada consistente. Comenzando por su prólogo, impresionante y ajeno al resto del relato.

Stone promete, juega cartas, de enreda pero nunca llega a explotar. Una trama, otra trama, una tercera… todo para quedar tomado con pinzas; una película que con el paso del metraje pierde interés, quizás no por la historia, si no por abrir excesivamente un abanico que no consigue dominar, juega a ser un ciclón pero tiene la fuerzas de una brisa matinal. No, Stone no funciona.

Entonces ¿se salvará Stone de la quema por De Niro? Pues no, el veterano actor cumple, tan solo cumple… esperaba más de él ¿Y por Norton? Pues quizás sí pero su nerviosismo cansa al espectador… no convence. Y ¿Jovovich? Bella, con unos ojazos que hablan más que su boca… lo siento no soy imparcial. ¿Salvo entonces a Stone? Pues no, me imagino yendo al cine y pagando la entrada, saliendo de la sala con un enfado de tres pares de narices, por lo tanto considero a esta cinta como una de esas para ver en casita, bajo la manta con la intención de ver a De Niro (como actor de culto) y poquito más. Stone es decepcionante hasta la extenuación por lo tanto:

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