4 Bajo Par, Golfos, Golfistas y Guitarras

4 Bajo Par podría ser mi hándicap en cualquier campo del golf del sur de la isla (si me dedicase a jugar al golf) pero el 4 Bajo Par del q...

4 Bajo Par podría ser mi hándicap en cualquier campo del golf del sur de la isla (si me dedicase a jugar al golf) pero el 4 Bajo Par del que hoy quiero hablaros es el último proyecto en el que participa el cantautor madrileño Marwan, quien se acompaña por los canarios Diego Ojeda, Luis Quintana y Sergio Alzola, para cantar y compartir canciones.


Se presentan como cuatro golfos, que no golfitas, que hablan básicamente de sus recuerdos (la mayoría de ellos ligados a mujeres). Son cuatro, después dos, luego uno, de nuevo cuatro… cantamos una mía, cantamos una tuya o incluso todos cantamos una de ese que está ahí… la cuestión es contar experiencias, quizás reales, quizás inventadas, eso nunca lo sabremos.

Y ahora llega lo complicado ¿cómo hacer la crónica de un concierto que dura casi tres horas? ¿cómo hacer la crítica de un concierto de cuatro amigos que juegan a cantar a dúo canciones propias o de otros? Pues la respuesta a ambas preguntas es complicada; a la primera porque en casi tres horas ocurren muchas cosas como escuchar Palabra por Palabra de Marwan a cuatro voces, ver como cantautores tiran bolsas con nubes (por cierto, me acabo de terminar la última) al público… Entonces llegamos a la segunda (¿cómo hacer la crítica…?) pues quizás por partes, seccionemos entonces a 4 Bajo Par comenzando por los canarios (que para eso jugaban en casa):


De derecha a izquierda encontramos a Sergio Alzola, canario como ya he dicho antes, que llegaba con su primer disco debajo del brazo y que probablemente de los cuatro golfistas fue el que menos me entusiasmó, quizás por su tono a lo Juan Luis Guerra o quizás porque sus tangos nunca me llegaron (si hubiese cantado Cambalache quizás de otra manera le iría la feria). Sin duda el golfista más flojo.

Tras Alzola nos encontramos a Luis Quintana; con Quintana me pasó algo raro, comenzó pareciéndome una copia de Serrat para poco a poco ir ganando enteros hasta llegar a triunfar con su tema Antes. Quintana aprueba y con nota, se marcó un concierto de menos a más, en el que quizás sobró alguna que otra historia (que solo sirvió para ralentizar el concierto).

El último canario en escena era Diego Ojeda; con Ojeda puede que me pase lo inverso que me pasó con Luis Quintana, en las primeras canciones Ojeda me embaucó para poco a poco ir perdiendo “magia”, de todas formas, debo decir que sus canciones son interesantes y que probablemente, de los cuatro haya sido el que más pierda en el formato. Cuando canta sus historias te llega, es creíble pero cuando canta algo que no es suyo digamos que su voz, por algún incomprensible motivo, trasmite mucho menos. De todas formas, no descarto volver a encontrarme con Ojeda alguna noche en algún garito donde el solo (con su guitarra) llene el escenario.

Conscientemente he dejado a Marwan para el final. El madrileño (de padre palestino) es, sin duda, el mayor atractivo del cartel; de hecho, si en vez de un concierto de 4 Bajo Par hubiese sido únicamente de Marwan hubiese asistido igual, si hubiese sido de alguno de los golfistas canarios, sinceramente, no hubiese ido o por lo menos lo hubiese hecho con mucha menos ilusión.
Marwan es quizás uno de los cantautores jóvenes del estado con mayor progresión, Marwan es Meninos da Rúa (¡cuánto la eché de menos!); Marwan es Marwan, una persona que consigue arrancarte una sonrisa en cualquier momento, una persona que hace poesía con palabras como “mola” o “chándal”, Marwan es ese amigo que no es guapo pero toca la guitarra y consigue los teléfonos de todas las chicas… Marwan canta con una voz clara y directa que consigue erizar la piel, quizás no afine tan bien como Alzola, quizás no sea tan cantautor como Quintana o tan guapete como Ojeda pero Marwan, sin pretenderlo, eclipsa a sus compañeros de juego por mucho que todos se disfracen de golfistas o se pongan una corbata.


Casi tres horas después de entrar abandonaba el Teatro Leal sonriendo y… llegado este momento, he de reconocer que me apuesto pasteloso (supongo que al recordar tanta canción de amor) y he comenzado a escribir cosas sin demasiado sentido pero si demasiado privadas, simplemente diré que 4 Bajo Par ha sido una manera muy recomendable para celebrar una noche especial con esa persona especial.

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