Y es que el mayor problema de las películas que nos remontan a tierras de brujos y guerreros es El Señor de los Anillos, desde ese momento, desde que Peter Jackson dotó de vida a Aragorn y los suyos ya nada será igual, atrás queda Conan, el Rey Arturo y tantos otros hombres que luchaban contra lo divino y lo humano con una espada en la mano.

Solomon Kane es un predicador solitario con espada que como os podéis imaginar lucha contra las fuerzas del mal con toda su alma. Y es que el guión es demasiado simple, demasiado lineal, demasiado visto; Solomon Kane cumple, quizás hasta con nota, pero no aporta nada. Se echa en falta algo… y es que me planteo machacarlo, sin piedad como la espada del Capitán Kane pero de momento tengamos calma ya llegará el momento…

Lo que sin ninguna duda son lamentables son los efectos especiales ¿Cómo en la actualidad se puede hacer un demonio como el de la pelea en el castillo? Os puedo asegurar que mi ahijado (de 4 años) puede crear y animar monstruos más terroríficos con plastilina… y es que ahora que el cine 3D puede llegar de forma masiva es inadmisible que los efectos especiales sean del nivel del Thriller de Michael Jackson.

Por lo tanto, y siendo benévolo, Solomon Kane, su espada y su religión suspenden, necesitan mejorar y como dicen que esta será el comienzo de una trilogía le daremos dos oportunidades más (si se las hemos dado a la Saga Crepúculo casi todos lo merecen); todo esto nos lleva a otorgarle: