Ya sentados, tomando café, alguien me comentaba “escribirás una crónica épica sobre este partido”, yo no respondí porque mi intención no es crean una historia épica de héroes luchadores mi intención es contar la verdad de lo que sucedió el sábado a la tarde en la cancha del IES Realejos.

Y es que en la tarde del sábado dábamos comienzo a esta segunda vuelta de la competición con, quizás, el peor rival posible: el Club Baloncesto Realejos, líder de la competición y con tan solo una muesca en su casillero de derrotas e invicto en su feudo; y sí, siendo realistas, llegábamos con poco perder (una abultada derrota no hubiese sido una sorpresa) pero con sobre todo, mucho que ganar.

Y con esta actitud dimos comienzo al encuentro; un comienzo de partido en el que el líder demostró por qué lo es: transiciones rápidas y un deslumbrante acierto de cara al aro. Sí, parecía que sería un paseo militar para los locales, pero no, no nos quedamos parados para ver como el Realejos destrozaba nuestro aro, no. Decidimos apretar en defensa y jugar de tú a tú al líder sin importar los números de nuestros casilleros; pasamos así del 7 a 0 con el que comenzábamos el cuarto al 13 a 16 con el que lo concluíamos.

En ese momento conscientes los locales que no habíamos viajado a los Realejos a hacer turismo y conocer un nuevo pabellón comenzó una encarnizada lucha por hacerse dueños de las zonas; sí, es verdad que ellos tenían ventaja en altura y kilos pero nosotros teníamos una cosa mucho más importante: ganas de dar una sorpresa.

Pasaban los minutos pero la diferencia en el marcador continuaba siendo la misma ya que ambos equipos alternábamos dianas en el aro rival. Llegamos así al descanso, dando la sorpresa y colocándonos 4 puntos por encima en el electrónico: 30 a 34 y con todo por decir en la segunda mitad del encuentro.

Tras el descanso llegó sin duda nuestro peor momento y es que no conseguíamos anotar; seguíamos alternando posesiones y lanzamientos pero nuestros balones no lograban entrar. Era injusto pero es parte del juego. Por su parte los Realejos sacaron partido a nuestra sequía anotadora consiguiendo así, a mitad del cuarto, igualar el marcador para segundos después tomar la delantera en el mismo.

Llegamos al final del cuarto tocados, tocados física y mentalmente y es que como hemos dicho es complicado intentarlo una y otra vez pero no conseguir el resultado anhelado. 7 puntos abajo encarábamos los últimos 10 minutos del partido.

Y del último cuarto podemos decir muchas cosas: podemos hablar de la agresividad de las defensas, de la falta de acierto en los lanzamientos de ambos equipos, de dudosas decisiones arbitrales (sí, también para ambos equipos, no entendamos lo que no debe ser), podemos hablar de que lo intentamos hasta el final con todas nuestras fuerzas y con todas nuestras ganas, podemos hablar de muchas cosas pero hablaremos del marcador final: 58 a 48, 10 puntos que se antojan demasiado castigo para nuestras ganas, nuestra intensidad y sobre todo para nuestro trabajo (evidentemente este es un comentario que hacemos desde el equipo derrotado, los locales probablemente consideren este resultado un digno premio para su trabajo y ganas).

Podríamos hacer una crónica épica contando que como los 300 espartanos de Frank Miller lo intentamos todo para vencer a nuestro “enemigo” pero no, no escribiremos una crónica así; escribiremos una crónica que concluirá con unas palabras dichas en el corro al final del partido “nos vamos jodidos por esta derrota pero sobre todo nos orgullosos de nuestro trabajo”, ojala pronto podamos hablar de victorias y grandes partidos pero ojala jamás olvidemos la actitud, la ambición y las ganas de esta tarde.

Parciales: (13-16), (17-18), (17-6), (11-8) [58-48]

Box Score: Uriel (8 puntos y 3 faltas), Dani (2 puntos y 2 faltas), Jorge (4 puntos y 4 faltas), Aitor (10 puntos y 5 faltas), Miguel López (5 puntos y 4 faltas), Luca (8 puntos y 2 faltas), Miguel (6 puntos y 4 faltas), Sergio León (5 puntos y 2 faltas)