Leo en la edición digital de 20Minutos la entrevista a Azucena de la Fuente, quien se presentará a la presidencia de la Academia de Cine y me llama portentosamente la atención una de sus respuestas: su candidatura pretende “despolitizar” a la Academia.


¿Sería esto una pequeña (o gran) puya para Alex de la Iglesia? O lo que es más llamativo ¿acaso está la Academia de Cine politizada? A la primera pregunta la verdad es que no sabría demasiado bien que contestarle aunque es indudable que los comentarios sobre el tema de las descargas de Alex de la Iglesia, presidente de la Academia de Cine en aquel momento, han sido muchos más escuchados y valorados que los de cualquier otra persona que diese su opinión, comentarios además diferente (que no siempre en contra) de las decisiones tomadas por el gobierno de turno.

Pero vayamos a la segunda pregunta, ¿está politizado el mundo del cine? Pero vayamos más allá ¿está politizado el mundo del arte, ese mundo tan bohemio y underground? A primera vista diríamos que no, que es imposible, que… pero vayamos un poquito más allá de nuestra primera impresión y analicemos: muchos han sido los movimientos artísticos que han surgido en contras de los regímenes establecidos en ese momento, por ejemplo, la canción de autor: Víctor Jara llamando a Amanda mientras era golpeado por policías o Raymon cantando Al Vent o a Silvio interpretando Fusil contra Fusil... ¿pero tan solo se quejan los cantantes? Pues no, incluso alguno, en algún momento de su vida, dedica pequeñas odas a “pequeños” caudillos (sí, aunque Víctor Manuel se arrepintiese el asturiano dedicó en su momento una canción a Franco).


Pero no solo los cantantes han dotado de voz a la política, escultores, pintores, arquitectos, cineastas… todas y cada una de las “profesiones artísticas” en las que podáis pensar han sido politizadas. Los Medici, mecenas de Florencia, sufragaron al Renacimiento italiano: la galería Uffizi, el Palacio Pitty, Donatello, Brunelleschi… todos se beneficiaron de su mayorazgo. Incluso Goya fue politizado al convertirse en pintor de la corte de Carlos IV… siempre, arte y política se han dado la mano.


Vale, esto es pasado ¿y ahora? Ahora las cosas siguen más o menos igual, incluso en época de guerra: Robert Capa ensalzaba a los milicianos comunistas y anarquistas en sus fotos o Agustí Centelles quien desde Catalunya daba su propia imagen de la guerra, imagen consensuada con el Comisario de Propaganda de la Generalidad de Cataluña.

Es fácil pensar que ahora tan solo quedan viejos trovadores que poco a poco mueren y que los que no mueren cambian de discurso (sí, puya a Sabina) pero no, no es del todo cierto, siempre quedaran Ken Loach que digan lo que piensan y como lo piensan por poco que nos guste mientras las instituciones siguen apostando por Ricardos Boffiles Juniors y sus películas o por Ángeles González-Sindes y sus guiones como Mentiras y Gordas… ¿Por cierto, alguien ha visto Million Dollar Baby? Creo que Harry El Sucio tenía clara su postura a favor de la eutanasia.

Al final será verdad y nuestro mundo está mucho más politizado de lo pensamos.