Este viejo acertijo sirve perfectamente para resumir Bathory: La Condesa de Sangre ¿y porque digo esto?

La leyenda de Elizabeth Bathory cuenta que ha sido la mayor asesina de todos los tiempos (así figura en el Libro Guinness de los Records) pero la historia de Elizabeth Bathory está plagada de sombras, no solo por los asesinatos que se le atribuyen, si no porque a día de hora no se ha encontrado ningún documento que pruebe este sadismo que se le atribuye a la Condesa Bathory.

Pues Bathory: La Condesa de Sangre toma el punto apuesto a esta leyenda, nos ofrece una visión totalmente diferente de la vida de la aristócrata (personalmente me parece un poco increíble que ella hubiese cometido 650 asesinatos de manera directa). Bathory: La Condesa de Sangre es una película de intriga, plagada de conspiraciones, donde nada es lo que parece.

Sin duda el mayor pero de la cinta es su duración, realmente me parece excesiva si bien es cierto que en ningún momento se vuelve una película aburrida si se hace larga y es que es complicado estar tres horas sentado frente al ordenador sin muchas más distracciones.

Y es que Bathory: La Condesa de Sangre va más allá de la leyenda (o por lo menos, la mirada con otros ojos) nos da otra visión, una visión diferente que a mi modo de ver merece: