Se termina una temporada más de Sons of Anarchy y con esta van tres.
Sabiendo el final de la segunda temporada (el secuestro de Abel) no era demasiado complicado imaginar por donde iría el hilo argumental de esta nueva temporada. Pero por primera vez desde que comenzó la serie ya no solo hay una gran trama que coexiste con pequeñas historias menores, esta temporada se nos ofrenden dos historias, que aunque confluyen en determinado momento, se desarrollan de manera aislada (estamos hablando de la búsqueda de Abel y de la trama que tiene a Gemma como protagonista).
Siendo críticos posiblemente esta sea la temporada más floja de Sons of Anarchy si bien es cierto que los grandes momentos de la serie están muy por encima de lo que podemos encontrarnos en las series habituales y es que, por ejemplo, el final de esta temporada de Sons of Anarchy es antológico os aseguro que os sorprenderá y os dejará con la boca abierta mientras escucháis el Hey, Hey, My My de Battleme (increíble coño, ha sido increíble). Esta temporada ha bajado en tono general un poquito (muy poco) el nivel de la serie aunque como ya hemos dicho los momentos álgidos han sido increíbles.
Por ellos y por su audiencia (de 4.9 millones de espectadores) Sons of Anarchy ha conseguido una cuarta temporada convirtiéndose ya, sin ningún tipo de duda, en una exitosa serie con un enorme nivel interpretativo y con unas tramas realmente trabajadas. Sons of Anarchy es una serie que en muchos casos roza la perfección.
Por cierto tan solo añadiré una cosa: Stahl… un personaje realmente interesante y en el fondo entrañable.
Esperamos ver rodar pronto de nuevo a los Hijos de la Anarquía.
0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?