Y tras la actuación de Fran Baraja y la Banda Reparte ya bien entrada la noche, sucedió una cosa realmente extraña, se hizo un descanso… sí, tal y como ustedes lo leen 20 minutos de parada momento en que más de la mitad de los asistentes decidieron poner punto y final a este Quiero Sonar en Los 40. Con un tercio (escaso) del aforo retomamos de nuevo el festival para asistir a la última actuación: La Vieja Morla.
Sinceramente, La Vieja Morla me dejó un sabor un tanto extraño, ya no por ellos, más bien por la organización. La vuelta a la Sala de Cámara fue fría y es que el buen rollo y las risas de Fran Baraja habían desaparecido, esos 20 minutos, sin duda, mataron al festival. Pero los chicos de La Vieja Morla hicieron todo lo posible para que el buen clima continuase, se sobrepusieron al planchazo del parón, presentaron su directo y fueron cortados en su bis (supongo que esto se debió en gran medida al retraso del comienzo) y a todos se nos quedó cara de tontos… elogios y foto de familia para terminar el acto aunque se anunció una nueva actuación de Lourdes como cierre, lo cual causó de nuevo extrañeza ¿primero la foto de familia y luego una actuación? Parafraseando de Papuchi: “raro, raro, raro…”.
Si Quiero Sonar en Los 40 fuese una corrida de toros podríamos decir sin miedo a equivocarnos que Fran Baraja y la Banda Reparte salió por la puerta grande tras hacer una gran faena, podríamos añadir que el toro de Lourdes fue un morlaco que no se dejó lidiar y que los chicos de Conducta Cero apuntaron maneras en su faena mientras que los de La Vieja Morla quisieron y no pudieron… no fue la faena del ganadero, está claro.
Artículo escrito para Muscana
Podéis disfrutar del álbum de fotos completo aquí
0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?