El pasado jueves a la tarde disputábamos el partido perteneciente a la jornada 22 que nos medía al Hispano Británico. La verdad es que llegábamos al partido preocupados: el clima en los últimos días dentro del vestuario no había sido el mejor posible, si a esto le sumamos el resultado de la primera vuelta (un contundente 62 a 37 en nuestra contra) el partido no pintaba demasiado bien.

Comenzamos como era lógico de esperar: con miedo, sufriendo sus ataques y cometiendo errores pueriles en los nuestros pero poco a poco logramos ir a más y nos agarramos a esos pasos que aunque pequeños nos llevaban hacía delante y poco a poco nos fuimos acercando en el marcador hasta llegar al 12 a 19 con el que terminaban los primeros 10 minutos de partido.

Pero en el segundo periodo todo cambió, salimos a la pista con ganas de demostrar que somos más que un equipo de niños que juega al baloncesto; comenzamos a correr, a imponer nuestro ritmo, nuestra velocidad… jugamos al baloncesto! Fríamente, días después del encuentro, nos encontramos en disposición de decir que probablemente este segundo cuarto fuese (con el partido de Realejos) nuestros mejores minutos en esta temporada y eso se vio reflejado en el marcador ya que solo conseguimos igualarlo si no que además nos pusimos por delante; al descanso el electrónico reflejaba un 32 a 26 que nos daba alas soñar con la victoria.


Ahora lo más lógico sería cargar contra un exceso de confianza, contra la relajación… pero no, no hubo, ni lo uno, ni lo otro, ni nada de eso y es que en ocasiones no nos damos cuenta, hablamos constantemente de nosotros sin pensar que el rival juega, que es bueno (por algo va segundo en la liga) y que sabe jugar al baloncesto y lo que mejor: que lo demuestra.

Poco a poco el Hispano Británico fue recortando nuestra ventaja para dejarla tan solo en un punto al término de este tercer periodo. Comenzaba un nuevo partido de 10 minutos, un partido en el partíamos con un punto de ventaja pero en el que de nuevo aparecían aquellos fantasmas que creíamos olvidados, un partido aun por decidir.

Y jugamos, jugamos los tres equipos porque sí, lo digo públicamente en este partido hubo tres equipos: el Unión Baloncesto Laguna, el Hispano Británico y el equipo arbitral y es que si fríamente analizábamos nuestro juego durante el encuentro también hemos sido capaces de analizar fríamente la labor arbitral. Una labor arbitral realmente mezquina.


Muchos de vosotros pensareis que me he pasado al calificar como mezquina la actuación arbitral pero no creo que me equivoque demasiado. Cuando un partido de dilucida por 2 puntos y en el mismo te han pitado dos antideportivas (rigurosas y discutibles ambas), una técnica, han expulsado a cuatro de nuestros jugadores por faltas y se nos han pitado un 55% más de faltas que al equipo rival y todo esto ocurre de manera premeditada tan solo el adjetivo mezquino es el correcto para calificar la actuación arbitral.

Quede claro también que entendemos que el Hispano Británico está al margen de ello, que es un problema personal del colegido principal con el entrenador de nuestro equipo, problema que viene desde que este era jugador allá por principios de siglo… un problema que solo se solucionará cuando el colegiado principal quiera y que mientras nos acarreará arbitrajes que al final desnivelan la balanza y adulteran la liga.

De todas formas tuvimos el último balón, pudimos ganar, pero fallamos y los visitantes se llevaron una merecida victoria fruto del trabajo serio. A nosotros tan solo nos queda levantarnos y seguir avanzando de cara a próximos encuentros, aprender de los errores y seguir creciendo tanto como jugadores como grupo.

Parciales: (12-19), (20-7), (7-12), (12-15) [51-53]

Anotadores: Uriel (5 puntos y 3 faltas), Dani Beten (- puntos y 2 faltas), Jorge (12 puntos y 2 faltas), Pablo (2 puntos y 5 faltas), Aitor (9 puntos y 5 faltas), Sergio Rodríguez (10 puntos y 5 faltas), Shadday (4 puntos y 2 faltas), Luca (2 puntos y 2 faltas), Miguel Penalba (2 puntos y 2 faltas), Sergio León (5 puntos y 5 faltas)