Alaska & Mario, Mario & Alaska, tanto monta, monta tanto...

MTV hace años que dejó de ser un canal musical para poco a poco convertirse en un canal de entretenimiento basado en tele-realidad, vamos, r...

MTV hace años que dejó de ser un canal musical para poco a poco convertirse en un canal de entretenimiento basado en tele-realidad, vamos, realities y cosas por el estilo más o menos guionizados. Pero MTV siempre había pensado en el espectador del otro lado del Atlántico hasta ahora ya que ha llegado Alaska & Mario, con un subtitulo claro: Mi Glam Boda y es que este reality culmina con la boda en España de Alaska y Mario Vaquerizo (tras once años casados en Las Vegas).


En este momento buena parte de los lectores del blog estarán pensado: “vaya mierda de programa” pues puede ser, no os lo negaré pero lo que es innegable es que este acto de voyerismo me ha divertido bastante. Y es que aquí no vemos a jóvenes ni-ni, a Samantha Villar fumando canutos o a mujeres rica, no; aquí nos encontramos el día a día de la diva de la Movida (e icono gay donde los haya) Alaska pero también nos encontramos la vida de Olvido Gara, esa mujer hipermaquillada que vive y pasea con camisetas de Los Ramones pero sin aires de grandeza (y si los tiene no nos lo enseñan).

Pero Alaska (u Olvido Gara) no está sola en esta aventura la acompaña Mario Vaquerizo, amigo, representante, marido, vocalista de las Nancys Rubias pero sobre todo Vaquerizo. De Vaquerizo podríamos decir mil cosas (tanto negativas como positivas): que si parece una loca, que si le gusta más una cerveza que un lápiz a un tonto, que si no tiene ni puta idea de inglés, que si… pero es mucho más que eso, o no solo eso, Mario Vaquerizo es actitud, actitud hasta la extenuación; él, siempre a la última, con ese pañuelo del difunto Alexander McQueen, se repite una y otra vez que es una diva del rock hasta el punto de llegar a creerse y lo que es aun mejor (y peor) hasta llegar a que todos los que lo ven se lo crean… añadiré que al tercer episodio del reality ya me había hecho con la discografía de las Nancys Rubias (incluso con algún single de remezclas).


Vaquerizo puede parecer un parasito de su mujer, un ser enfermizo y medio lerdo, vamos, como él mismo diría: una mamarracha. Personalmente Vaquerizo, como ya he dicho antes, me parece actitud en estado puro, un tío que sabe lo que quiere, como lo quiere y que no parará hasta llegar allí. Me parece una calculadora a la que le gusta el espectáculo: “el público quiere un bufón, pues yo haré ese papel”, “el público quiere odiar a alguien, que me odien a mí”… Vaquerizo me parece un tío mucho más inteligente de lo que nos muestra el programa; sin ir más lejos hace unos días el propio Vaquerizo se reía de la imagen que puede dar en el programa en una entrevista de El País: “…yo aún me tengo que reafirmar en la soberbia cada día, y todos esos que dicen: “mira para lo que han quedado, para un reality… ¡pues me están pagando un dineral!”, como veis Vaquerizo es mucho más que un hombre amanerado agarrado a una lata de cerveza.

Pero no, Alaska & Mario no es la vida real de Olvido y Mario, aunque los acompañemos un par de veces al gimnasio o al endocrino; Alaska & Mario son los buenos momentos, o mejor dicho, unos momentos que auguran una buena venta (y por consiguiente un gran share), Alaska & Mario son las cenas con los amigos, las fiestas a las que vamos e incluso algún buen rato en el trabajo pero lo que no nos muestra Alaska & Mario es el trabajo de estos dos personajes (ojo, lo de personajes no va en tono peyorativo). Nos muestra dos marionetas que en el fondo no enseñan lo que nosotros queremos ver (y tan felices que nos hacen).


No digo que Olvido & Mario que vemos en los capítulos no sean reales, lo son, pero me atrevería a asegurar que hay mucha más persona detrás de ese personaje que MTV y ellos mismos tratan de vendernos. Y es que cuanto más se expone uno, con mayor recelo guarda su vida.

Pero no todo será jabón para Alaska & Mario, en el programa nos hemos encontrado con un problema de esos que consiguen que te sangren las corneas: la falta de continuidad… me explico, yo entiendo que Alaska & Mario tiene que dar una imagen de programa dinámico, divertido y todo lo que vosotros queráis pero lo que no puede ser es que por ejemplo: Vaquerizo se haga un nuevo tatuaje, la cámara le acompañe, se haga eco y nos lo muestre, perfecto, pero lo que no puede ser es que en la escena siguiente Vaquerizo aun no se haya hecho el tatuaje… por favor! Un poquito de rigor; está claro que no es un documental (supongo que además sería aburridísimo) pero del documental a la chapuza dista mucho.


Como conclusión (sé que la lleváis esperando desde hace un par de párrafos) diré que Alaska & Mario es simplemente un nuevo negocio de la pareja, una inversión de MTV España para ganar audiencia pero sobre todo un espacio divertido que se sale de lo común.

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