The Vampires Diaries (Segunda Temporada)

En esta vida no todo va a ser cine o baloncesto, incluso, a veces, nos sentamos ante el ordenador para ver algo diferente por ejemplo The Va...

En esta vida no todo va a ser cine o baloncesto, incluso, a veces, nos sentamos ante el ordenador para ver algo diferente por ejemplo The Vampires Diaries. Como ya os he comentado en otra ocasión The Vampires Diaries (o Crónicas Vampíricas) se trata de la adaptación de la novela homónima de L.J. Smith que se podría resumir hasta ahora en la lucha de dos hermanos (vampiros) por el amor de una mujer (humana); y digo “hasta ahora” porque en esta segunda temporada The Vampires Diaries intenta avanzar en su espectro de edad, ya no solo le interesan los chicos y chicas de 15 años, si no que ataca también a los de 17 y 18. Que sí, que The Vampires Diaries es un serie de niños, que es innegable, también lo es Bob Esponja y muchos adultos, con la excusa de sus hijos, canta eso de la piña bajo el mar.


Pues eso mismo, por si no fuera suficiente con brujas y vampiros, esta temporada añadimos al coctel licántropos (lo que vienen siendo hombre-lobo) y una pizca de vampiros originales (de los cuales estarían bien explicar cómo llegaron a ser vampiros). Además las tramas han crecido, aquello de la lucha por el amor de una mujer ha dejado paso a la lucha por la adaptación e incluso, se podría decir, por la supervivencia… vamos, que esto ha pasado de ser una telenovela cursi a Buffy, La Cazavampiros de segunda. Vamos, que aquellas que veía The Vampires Diaries por los besines entre Elena y Stephan se han llevado un buen chasco.

Lo que es incomprensible es esperar a los últimos capítulos para cargarse a la mitad de los personajes ¿no hubiese sido más interesante que fueran cayendo poco a poco? Y hablando de caer, la muerte de John al mismo nivel que el personaje: patética… como más o menos es el personaje de Stephan, que sí, que es el guapo, el héroe, el… el vampiro más aburrido que mordió madre! Pero que tío, es como mi hermano siempre correcto, siempre serio, siempre… ¡qué respire un poco!


Damon sigue impoluto y elegante como siempre y sin duda es uno de los personajes más interesantes de esta temporada por su aventura con Rosse; por fin vemos que no es simplemente un monstruo, que tiene sentimientos aunque le guste hacer que le miren mal, que es un papel… tanto, tanto que al final la cagan ¿pero a qué viene ese beso? Fuera, fuera! Qué cada uno siga su camino! Qué con un soso ya nos llega!

¿Y lo de las brujitas al final qué? Venga, echemos por tierra todo el trabajo de la temporada! Que conste que este “error” tiene algo de positivo: de nuevo aparece Vicky en escena, que traerá consecuencias negativas ya que para terminar la temporada aparecen todas las exnovias de Jeremy ¿podrán convertir a The Vampires Diaries en un nuevo Mujeres, Hombres y Viceversa? Si es así, una idea para el título Vampiros, Licántropos y un señor que pasaba por allí… dicen los foros que Jeremy se convierte en médium y yo me estremezco… ¿os imagináis una escena en la que Jeremy y Melissa (de Entre Fantasmas) tengan que guiar a alguien hacía la luz? ¡¡¡Qué horror!!!


Pensareis que le estoy dando una caña inhumana a The Vampires Diaries, lógico, ellos son vampiros, licántropos, brujas, policía honestos, matavampiros, estudiantes-que-jamás-pisan-el-aula, zorrones venidos a menos (aka Katherine)… así que humanidad la mínima. Pero no estimado lector, no; para mí The Vampires Diaries es una serie amena, sin pretensiones, sin nada que perder porque si un día la cancelan nadie la echará de menos pero hasta que llegue ese momento seguiremos disfrutando de ella y de sus incoherencias.

Por cierto, para matar a Jenna hubiese sido mejor matar a Matt que es otro soso de narices.

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