Os imagináis que un crack de un equipo de futbol salga del armario ¿qué pasaría? Esto básicamente es lo que viene a trata Fuera del Vestuario.

¿Cine social? No, como espectadores se nos muestra la película dentro de un clima de bondad sabiendo desde el primer instante que al final, suceda lo que suceda por medio, se va a arreglar, que todos serán felices sea cual sea su problema o identidad sexual. Si leéis alguna otra web de cine que hable sobre esta cinta os fijareis que la etiquetan de comedia ¿es una comedia Fuera del Vestuario? Pues sinceramente, yo no me he reído ni un solo momento, de hecho considero todo lo contrario, que es un drama… que termina bien: sí, pero un drama dramón.

Hay algo extraño en Fuera del Vestuario, en todo momento resulta un pastiche casposo sin demasiado que contar; un pastiche cargado de tópicos con un exceso de vulgaridad gratuita (supongo que buena parte de culpa la tendrá el doblaje pero es que es complicado el islandés). Además el guión es pobre, muy pobre, con personajes, como ya hemos dicho, estereotipados y totalmente planos (vamos, que son unas locas).

Pero por si esto fuera poco cuanto más avanza el metraje más aumenta la sensación de mediocridad y casposidad de Fuera del Vestuario llegando a tal que he decidido otorgarle:


Vamos, que no hay por donde cogerla.