Lo peor del cine es que a veces se convierte en realidad o que en su momento lo ha sido, lo mejor del cine de Ken Loach es que es una fotografÃa animada de la realidad. La Cuadrilla no es una excepción.
La Cuadrilla nos muestra lo sucedido a mediados de los noventa en el Reino Unido debido a la privatización de su red de ferrocarriles enfocando directamente a un grupo de trabajadores a los que tan solo le quedan dos opciones: o aceptar el despido con indemnización y pasar a formar parte de ETTs que ratean su seguridad en búsqueda de unos mayores beneficios o quedarse a esperar viendo como cualquier dÃa su empresa cierra.
La Cuadrilla podrÃa pasar por ser una aceptable cinta de denuncia social si no viniese de quien viene, ¿qué quiero decir con ello? Que La Cuadrilla es Ken Loach pero un Ken Loach descafeinado al que le falta ese toque de mala leche que siempre (o casi siempre) presenta. AquÃ, desde el principio, encontramos todo demasiado masticado, sabemos quiénes son los malos, los bueno y probablemente como terminará el cuento… sÃ, La Cuadrilla es una obra menor (¿tendrá algo que ver que Paul Laverty, acompañante habitual de Ken Loach, no firma esta vez el guión?).
La Cuadrilla es un claro ejemplo de la privatización de servicios, privatización a costa del trabajador y su seguridad, de tiempos pasados y de tiempos que están por llegar; es cine social pero esta vez también es cine polÃtico por ello para La Cuadrilla:
Me gusta el cine de Ken Loach, me gusta mucho el cine de Ken Loach pero no, La Cuadrilla no me ha gustado.
0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?