¿Pensabais que me había olvidado de actualizar hoy? Pues no chavalotes no, lo que pasa es que los últimos días están siendo muy duros: muchos pisos que visitar y mucho trabajo que sacar adelante… pero bueno, hablemos hoy un poquito de baloncesto.

Desde hace unos meses en los corrillos baloncestísticos está sonando mucho una palabra “Lockout”; habitualmente ponemos cara de entendidos en la materia y hablamos, damos nuestra opinión o tan solo asentimos sintiéndonos así parte del grupo y sabios en la materia. Pero la realidad es muy diferente, poco sabemos del “lockout” de cómo se produce y de por qué sucede; sabemos que la NBA no se juega y ya está pero ¿qué pasa cuando alguien ajeno al baloncesto te pide que se lo expliques? Pues la respuesta es lo que ahora estáis leyendo, así que, amigos, informémonos:

Partamos del primer punto: la NBA es una empresa, o mejor dicho, como la CEOE son muchas empresas reunidas por un fin común, este fin es el de ganar dinero a través del baloncesto o a través de todo lo que mueve el baloncesto (traspasos, jugadores, publicidad…). La NBA, por mucho que le duela a algunos, no tiene corazón de hecho no es ni baloncesto, en un show mercantilizado, vamos que es como Telepizza que produce pavor verla ¡Cuidado Dawidh, te estás desviando!

El “lockout” simplemente es una huelga pero con una diferencia, aquí no son los empleados (los jugadores) quienes se van a la huelga, no, es la patronal ¿Los dueños de las franquicias van a la huelga? Sí querido lector, los dueños de las empresas consideran que sus pérdidas globales de este año (300 millones de dólares) son inadmisibles. Y por ello piden la rebaja de los sueldos de los empleados (recordemos que en la NBA además del talento de los jugadores también se tiene en cuenta su veteranía, vamos, que no va a cobrar lo mismo Ricky Rubio que un jugador que juegue 1 minuto por partido pero que lleve 13 años en la liga).

Por su parte, y como es de suponer, los jugadores no están dispuestos a bajarse el sueldo. En el año 1999 firmaron un contrato que les garantizaba (a ellos como colectivo) el 57% de los ingresos brutos de la liga y dicen que de ese carro nadie los baja. Como es evidente: se ha liado.

De momento se ha paralizado el comienzo de la liga y el día 7 de Enero, jugadores y propietarios, tendrán una nueva reunión donde se decidirá si se suspende la temporada 2011-2012 (cosa que personalmente dudo mucho).

Entonces ¿qué nos importa al resto lo que pase en la liga que no tiene pasos de arrancada? Pues como es lógico, y viendo que este verano se disputan unos Juegos Olímpicos, son muchos los jugadores que buscarían en ligas extranjeras una preparación física y un ritmo de partidos antes que quedarse en EE.UU. bebiendo Coors y mirando a la tele de plasma. Y como bien dice el refrán: “a río revuelto, ganancia de pescadores”… los pescadores son los clubes FIBA quienes intentaran atar a jugadores de renombre y postín que refuercen sus plantillas.


Pero alguien ha pensado en los contratos ¿podría jugar un jugador con contrato NBA en otra liga? Evidentemente no pero la FIBA está trabajando en un proyecto para presentarle a la NBA y solucionar así este “pequeño” problema (entrecomillo pequeño porque los seguros de un jugador NBA pueden ser privativos para ciertos clubes).

Mi opinión al respecto del asunto “lockout”: que la televisión, Adidas, Nike y la bebidas energéticas harán valer sus fuerzas (vamos, que apretaran con el tema del dinero) para que la NBA tome a partir del día 7 de enero su rumbo normal y habitual. Aparece entonces la idea de un fichaje a tiempo parcial: es decir, fichar a un jugador que en enero pueda regresar a la NBA, personalmente, desde fuera, y sin tener que conseguir resultados, creo que esta posibilidad es una humillación para el equipo que le haga, el cual se postra a los pies de un mercenario que vendrá tres meses a ganar su dinero, que no se implicará y que a la mañana siguiente se marchará como un amante furtivo (pero claro, como he dicho, lo dice alguien que no necesita 18 victorias para meterse en un Top Ten).