Fringe (2ª temporada)

Hace unas semanas hablábamos de la primera temporada de Fringe y tal y como nos explicaban en Barrio Sésamo tras el uno viene el dos, por ...

Hace unas semanas hablábamos de la primera temporada de Fringe y tal y como nos explicaban en Barrio Sésamo tras el uno viene el dos, por ello, hoy es el momento de hablar de la segunda temporada de la serie.

Creo que de la primera temporada hice una crítica bastante positiva, cosa que dicen que es extraña en mí y ahora en la segunda temporada continuaré más o menos esa línea aunque la línea de complejidad de la misma ha ido en aumento. Estaba claro que esta segunda temporada discurriría básicamente alrededor de Peter Bishop que como pasa con los rumores: todos sabíamos menos el interesado (de hecho, si no recuerdo mal se nos revela en el último capítulo de la anterior temporada aunque es verdad que nos lo olíamos desde mucho antes).


En esta segunda temporada hemos tenido dos corrientes en las que como ya hemos dicho Peter es el centro; por un lado Peter y Olivia se han convertido sin miramientos en los nuevos Mulder y Scully, he de decir que el momento amoroso se veía venir desde el capítulo 4 de la serie. Y una segunda tendencia sentimental entre Peter y Walter, el purgatorio que pasa el segundo en busca del perdón y amor paterno-filial del segundo.

Y es que quizás el mayor problema de Fringe es que, aunque nos la vendan como un producto complejo, se torna en previsible… da igual el camino que tomemos, que viajemos a Boston pasando por Nueva York o Jacksonville, el final siempre es el esperado y quieras que no eso hace mucho daño porque llega un momento en el que te dices “que sí, que muy bien pero avanza a donde sabemos que esto va a terminar y dame la razón”. Y como era de suponer el final de esta segunda temporada, previsible a medida que avanza el último capítulo, deja claro cuál será la piedra angular de la tercera temporada.


Esperemos que en la tercera temporada Fringe dé el do de pecho y sea esa serie tan buena que dicen y prometen y no se quede simplemente en una distracción veraniega.

Pd.: Lo que jamás será justificable es un episodio musical en el que los personajes cantan como si se tratase de un musical de medio pelo; y mucho menos en una serie al estilo Fringe, muy mal Abrams, muy mal…

Aquí os puede interesar

1 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?