Sobrepasando el Límite nos cuenta como un hombre lucha contra el ruido de las alarmas… sí, suena raro pero hombre si lo tratamos bien puede dar mucho juego; el problema es que aquí lo tratan de forma aburrida y anodina.

Y es que el problema es que Sobrepasando el Límite intenta ser como Un Día de Furia, pero no tiene ni la furia, ni la trama, ni nada de nada… entonces se queda en un quiero y no puedo. Tim Robbins va de más a menos, comienza siendo un “salvador” para convertirse con el paso de la trama en un pobre desquiciado sobre todo con esas disertaciones (que no seré yo quien diga que son una mierda) pero que no concuerdan con el resto de la película (y es que hay una en un dormitorio que telita…).

Y es que cuanto más avanza más se pierde en otros asuntos intrascendentes y que no aportan nada a la trama, todas menos una: el ruido. Es el único concepto de la cinta que nos queda claro, el ruido cansa, cansa al protagonista y nos cansa a nosotros, eso sí queda claro de verdad. Pero ¿por qué su mujer le perdona y deja a su nuevo novio? ¿qué pasa con el alcalde? ¿qué sucede con la amante de Owen (el personaje que interpreta Tim Robbins)? Miles de tramas que abre para no cerrar.

Sobrepasando el Límite es una cinta que promete mucho (incluso acción) y que no aporta nada, es decir, si la veis no digáis que no os han avisado. Por ello Sobrepasando el Límite será galardonada con: