Y llegado este punto en twitter rezaba el siguiente tuit “Tacoronteros allá vamos!” que no podría proceder de otro lugar que del Twitter de los catalanes Love of Lesbian. Como ya habían avisado en entrevistas previas al concierto esta sería su primera vez en tierras canarias y por ello pensaban tocar gran parte de su discografía, desde las canciones más conocidas a otras que han tenido un impacto menor.

Encabezados por Santi Balmés los catalanes subirán al escenario para repasar sus tres discos en el mercado y comenzaban pisando fuerte con Allí Donde Solíamos Gritar, comenzaban así casi dos horas de música que darían mucho de sí. Juegos, pelucas, desnudos (o mejor dicho semidesnudos) saltos, bailes… y es que un concierto de Love of Lesbian es una descarga total de energía y buen rollo.

Quizás quien haya visto a Love of Lesbian con anterioridad haya echado de menos los disfraces (durante esta gira recuerdo haberlos visto disfrazados de astronautas por ejemplo) y quizás algo más de mala leche pero probablemente lo que más le haya sorprendido haya sido Domingo Astromantico un rara avis dentro de los concierto festivaleros de Love of Lesbian, un medio tiempo con el que agarrar a tu pareja y susurrarle cosas bonitas al oído y es que probablemente estemos hablando de una de las mejores baladas en castellano de los último tiempos.


Sea como fuere Love of Lesbian hizo las delicias de los allí presentes quienes corearon todas y cada una de las canciones que los catalanes interpretaron; y terminaron bailando con ellos, quienes de momento no han perdido la costumbre de acabar saltando al publico a modo de despedida.

Probablemente para muchos de vosotros a partir de este punto la crónica del concierto pierda interés pero creo hace un par de crónicas me quejaba de la estructura de los mini festivales (o festivales), de lo eternos que se hacían esos espacios vacios de música entre grupo y grupo pero esta vez, el ayuntamiento de Tacoronte (o el organizador en su defecto) a cuidado este detalle y mientras los pipas montaban y desmontaban el escenario allí, al fondo, dos chicos, llamados The Funkfenomeno Show pinchaban temazos y aliviaban la espera. He de reconocer además, que cuando los vi salir a escena, con esas camisetas sin mangas temí escuchar por 1.956.729 vez Time to Pretender de MGMT o lo que es peor, cualquier otro estilo musical que hiciese sangrar nuestros oídos en la espera lesbiana. Pero no, The Funkfenomeno Show tuvo un gusto musical exquisito, pinchando por ejemplo, Another Brick in the Walk… un acierto de The Funkfenomeno Show y un acierto de la organización completar el cartel con estos chicos.

Esperemos que mucho ayuntamientos tomen ejemplo del de Tacoronte y es que ya es momento de abrirnos a nuevos estilos musicales y es que por mucho que programemos conciertos de rancheras o timple, cuando ya no han calado en cierto sector de la sociedad, no lo van a hacer ahora.