Veo que ésta no está siendo buena noche (sí señores esta es una crítica programada), hace unos momentos acabo de atizarle de lo lindo a una exitosa (así lo demostró la taquilla) película de principios del nuevo milenio, pues bien, ahora es el turno de seguir con los capones, ahora toca hablar de: Los 4 Fantásticos.

Debo admitir que no me declaro seguidor de la versión en papel de Los 4 Fantásticos y quizás en ello radica mi primer problema: su historia. La verdad es que me ha parecido ridícula hasta decir basta (sí, más ridícula que la típica historia de superhéroes). Pero está claro que el mayor problema de Los 4 Fantásticos no es la historia, no, es la comparación. Si comparas Los 4 Fantásticos con cualquier otra cinta de su segmento saldrá siempre perdiendo: peor historia, peores actuaciones, peores efectos especiales y si me apuras peores superpoderes.

Y es que parece que Los 4 Fantásticos nunca llega a empezar; comienzan contándonos como obtienen sus poderes, como se niegan a aceptarlos y como poco a poco comienzan a convivir con ellos y se deciden a hacer el bien, entonces, aparece el villano (que ni es “super” ni pepinillos en vinagre) lo derrotan como si se tratase de un insecto palo (vamos, que no hace nada) y la cinta se termina pero… ¿qué es esto? ¿un prologo? No, es un aburrimiento.

¿Qué decir de las actuaciones? Planas, sin viva, sin chispa (bueno vale, la del Hombre Antorcha sí pero el resto…) vamos, que hasta Jessica Alba parece fea; querría puntualizar una cosilla sobre esto: en la primera escena que aparece con el traje espacial ¿no sale la buena mujer un tanto caderona, vamos, que parece seguidora de Jennifer López?

Y ¿para qué prolongar más lo que todos sabemos? Para Los 4 Fantásticos: