Sí Algo Prestado es la típica comedia de dos amigas, una se casa, la otra bebe los vientos por el novio y todo termina como todos pensáis que termina. Dicho una vez esto, evitándonos así equívocos, vamos a por ella.

Algo Prestado es más de lo mismo, sin demasiada chispa pero con mucha clase (el vestuario de nuestros protagonistas masculinos es brutal), previsible y visionable en una tarde de domingo sin mucho que hacer.

En su haber tiene a favor los personajes, parecen sinceros y sin artificios (excluyendo a la obsesionada por el escritor y algún pasaje de la rubia de bote) parecen reales, incluso cercanos en algún momento… y como reales que son en ocasiones resultan faltos de interés pero bueno eso ya es otra cosa…

Como es de suponer tenemos tres personajes de primera línea y a posteriori otro trío interactuando por ahí. Lo mejor de la primera terna es el look del macho-alfa de este cuento y el pijismo que lo rodea todo… y hablando de rodear… Nueva York sale precioso, me lo apunto para destino futuro.

Otra de las apariciones interesantes de la cinta es Heineken. Y es que Algo Prestado se convierte por momentos en un gran anuncio: Heineken (constantemente hay una pantalla), BlackBerry, Range Rover, Tommy, FedEx… ¿Habrán hecho más caja los productores con la recaudación en taquilla o con el product-placement?

El problema de interactuar con personaje secundarios es que después quedan historias pendientes ¿qué ha pasado con Ethan? ¿con Marcus? ¿con la loca? ¡Qué ya sabíamos que los guapos terminarían juntos desde el segundo cero! ¿y el resto? Pues nada, se dan la mano y esto se termina… así no se puede (por mucho que intentemos arreglarlo a mitad de los créditos).

Veo que me estoy extendiendo demasiado en la crítica de una película que se podría resumir en la primera frase que he escrito por lo tanto para Algo Prestado:


Y el león corresponde a la inclusión de un tema de Radiohead en su banda sonora (y quizás a la camiseta a rayas de Ethan en el partido de bádminton).