Patrañas desde el Jardín de Infancia

Cunaod aun eres un crio en el colegio te cuentan que los seres humanos tienen un ciclo vital compuesto por cuatro estaciones principales: el...

Cunaod aun eres un crio en el colegio te cuentan que los seres humanos tienen un ciclo vital compuesto por cuatro estaciones principales: el nacimiento, el crecimiento, la relación (con otros seres humanos y el medio) y la muerte. Pero a medida que creces te das cuenta que todo esto no son más que patrañas.
Sí, naces pero no elijes ni dónde, ni cómo, ni nada… sé que este argumento está cogido por lo pelos pero no por ello deja de tener parte de razón.

Después creces, evidentemente si no te toca vivir en Somalia donde morirías antes de cumplir esta estación del ciclo, creces más o menos, a lo ancho, a lo alto, a algunos le crece a lo largo pero eso ya es otro tema.

Te relacionas… con el medio sí, aunque el medio suele mostrarse hostil y con otro seres humanos pues también, los cuales, por cierto, también suelen ser hostiles. Llega el subapartado de la reproducción… de este tema prefiero no hablar ya que me desviaría del asunto principal que lo creáis o no es política.

El último estadio es la muerte. Colegas, tengáis el dinero que tengáis, os hayáis portada mal, bien o regular, hayáis sido de izquierdas, de derechas, de centro o incluso de UPyD la vais a palmar todos; antes o después pero seguro que lo hacéis.

Y ahora os estaréis preguntando que a dónde quiero llegar (más aun desde que os he dicho que este post habla de política). Pues bien: cuando eres crío y te explican estas cosillas en el colegio suelen explicarte también que España (este estado tan particular en el que nos ha tocado vivir) es una democracia, e incluso, la sabionda de la profesora os dirá, como a mí, aquello de “demo” del griego “pueblo”, “cracia” del griego “gobierno”… y nos dirá que una democracia es el gobierno del pueblo (pasando por alto que aquí también hay un rey) y que en una democracia todos tenemos los mismos derechos y deberes… pero como lo del ciclo vital: esto no deja de ser otra patraña más.

En este estado particular se aplican diversas leyes electorales (la archiconocida Ley D’Hont a la que se le suman otras leyes correctivas). Pues bien, desde pequeños nos dicen que dichas leyes se aplican para incluir en el espectro político a las minorías, representadas en amplia medida por partidos los partidos nacionalistas… pero ¿sabéis qué? Esto es otra patraña.

Imaginaros que por un momento vivimos en un país donde realmente sí un voto valiese lo mismo que otro (lo que viene siendo una circunscripción única) ¿cómo serían entonces los resultados de las elecciones que se acaban de producir?


Pues sí, seguiría ganando el PP (irreprochablemente además) pero no con mayoría absoluta (incluso no la lograría aliándose con las SS, uhy, perdón, con UPyD). Pasaría de 186 a 158 diputados, el PSOE también iría a la baja de 110 a 107… pero ¿este sistema no era para fomentar a las minorías? Entonces ¿por qué a quien se le resta es a las mayorías? La respuesta ya os la di antes: porque nos mienten.

E Izquierda Unida, UPyD, Equo y tantos otros ¿qué pasa con ellos? Pues que las únicas minorías que “pierden” son Amaiur (que no es ETA amigo Pedro J) quien perdería dos escaños y CiU quien perdería uno. Izquierda Unida conseguiría entonces colocarse como la tercera fuerza política del estado, seguida por UPyD y CiU. Además el congreso de los diputados tendría más colores ya que habría 17 partidos…

¡Qué no os engañen más! Los sistemas actuales electorales favorecen a los de siempre, al Madrid y al Barça de la política, dos partidos que quieren aniquilar la libertad de elección sin que nos demos cuenta. Porque sí, porque aunque en los dibujos unos aparezcan de rojo y otros de azul sabed una cosa: su amo es el mismo, el dinero.

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