Estamos en septiembre, comienzan los entrenamientos y en el primero aparecen 26 chavales en la grada. El presidente se reúne conmigo y me dice: “haz el equipo más competitivo que puedas”. Entrenamos diariamente durante medio mes en dos grupos para hacer un equipo pero, tras diversas reuniones, la directiva del club (Moisés Mora) decidió la formación de dos equipos: uno de ellos disputaría 2ª Autonómica (dirigido por mí) y el otro disputaría 1ª ó 2ª insular, dependiendo de la Federación Insular de Baloncesto (dirigido por Heriberto).

Tras los entrenamientos del mes de septiembre (mes no remunerado), confeccioné el equipo que me gustaba. Pero no solo eso, también se me pidió que confeccionase la plantilla del otro equipo ¿Pero cómo David, no habías dicho que lo entrenaba otra persona? Sí, Heriberto Fernández, entrenador nacional, quien se escudaba en “llevas un mes entrenando con ellos, los conoces mejor que yo”… hombre, sí, tiene razón pero no costaba tanto acercarse a los entrenamientos para hacerse una idea de los jugadores y poder tomar sus propias decisiones. Como todos los que nos dedicamos a entrenar, sabemos que el mes de septiembre nunca (o casi nunca) se gratifica, por lo tanto, tampoco es reprochable la actitud de no pasar por los entrenamientos pero evidentemente si quieres hacerte con el grupo, nunca está de más.

Me gustaría hacer aquí un inciso, a priori parecerá que me desvío del tema pero no, ya veréis. A principios de mes llegaba a tierras canarias la novia del presidente del club, andaluza y profesora en paro, además de secretaria del club (¿David, quieres decir que la secretaria del club vivía hasta entonces en la península? Sí, así era).

Pero retomemos el tema de los descartes: el adjunto a la coordinación deportiva se ocuparía del junior y del sénior, como he dicho, la plantilla del sénior había sido confeccionada por otro entrenador (yo) debido a que conocía más a los jugadores (puedo asegurar que mi estilo de juego y el de Heriberto distan mucho). De nuevo se convoca una reunión a tres bandas: la coordinación deportiva (Moisés & Heriberto) y yo. La verdad es que esta reunión me sorprende mucho y me indigna aun más, se me pide que confeccione la plantilla del junior escudándose en que yo, al entrenarlos la pasada temporada, los conozco. Me niego a ello pero el señor presidente me lo pide como un favor y accedo a pasar una lista, no con los descartes, sino con mi análisis de los jugadores del pasado año, poniendo sus pros y sus contras… dicho esto puedo decir que los jugadores que según mi lista eran más flojos no están en el actual equipo y que la plantilla coincide con la lista que confeccioné (más la incorporación de dos jugadores procedentes de Santa Cruz que se unieron al proyecto a última hora).