El Régimen del Unión Baloncesto Laguna (III)
17:16:00
Nace entonces el proyecto de la liga sub22, decidimos en una nueva reunión inscribir a ambos conjuntos en la liga. Se me recrimina, por parte del entrenador del otro conjunto, que me he quedado con los buenos jugadores y me dice la maravillosa frase: “es que si me dejas al Negro, te escacho la cabeza” (refiriéndose a José, un jugador que procede de Cabo Verde). En ese momento, y convirtiéndose la conversación en una disputa personal, decido “ceder” a dicho jugador al conjunto B.
Desde ese momento las prioridades del club cambian: antes, los jugadores llegaban y pasaban por mis entrenamientos (y es que recuerdo que debía hacer “el equipo más competitivo que pudiera”), desde entonces, los jugadores recién llegados se dirigían al equipo de Heriberto Fernández. Ya no era el “equipo representativo del club”, como le gustaba decir al señor Mora.
A esto debemos sumarle el cambio de horas de entrenamiento: mi equipo, con el que habíamos acordado 4 sesiones semanales de 1 hora y media (como mínimo), pasa a tener tres sesiones de hora y cuarto en detrimento del otro sub22 (con ello queda constancia de la “pérdida de representatividad” de mi equipo). Unilateralmente y tras hablar con mis jugadores decidimos incluir una nueva sesión de al menos dos horas, el día elegido sería los sábados.
Tras dos sesiones sabatinas, el presidente del club se pone en contacto conmigo para intentar cancelar estas sesiones: la primera excusa fue que con el comienzo de las ligas junior (masculino y femenino) y la 2ª Autonómica femenina me quedaría sin horas de pista… comprobamos entonces que moviendo la hora de entrenamientos entre mañana y tarde podríamos seguir entrenando (y así lo hicimos). La siguiente semana la excusa fue otra: el otro sub22 (el cual apenas contaba con efectivos en sus entrenamientos) quería también entrenar los sábados… y mi duda es: si los jugadores no van a los entrenamientos estipulados a principio de temporada ¿irán a los nuevos entrenamientos los sábados?
Mi propia destitución es otra buena muestra de pérdida de representatividad, no porque yo sea mejor o peor entrenador, si no porque mi sustituto (que, como yo, cobra por dos sesiones) tiene previstas tres sesiones, más partido. Si algo he aprendido en el baloncesto a lo largo de los años es que no se mejora saliendo en fotografías con el alcalde Clavijo (o el que esté de turno), sino trabajando y trabajando duro (como se dice por ahí: “dame más balones y más horas de pista”) pero parece que la dirección del Unión Baloncesto Laguna (o C.B. Canaima) es la contraria: que venga el hijo de X y el entrenador Y que “tienen” nombre.
A dos semanas del comienzo de la competición aparecen dos jugadores a entrenar con mi grupo, un jueves, al día siguiente teníamos amistoso en La Victoria. Dichos jugadores vienen al amistoso y, después del mismo, se me dice que uno, que llamaremos X ya que actualmente es menor de edad (además nos guardaremos así las espaldas de posibles denuncias que según cierto personaje va a hacer contra este blog o contra la persona que aquí escribe), debe formar parte de mi equipo. Me niego.
Sucede entonces que el presidente me pone en antecedentes de quién es este jugador o, mejor dicho, de quién es hijo. Me habla de que así será más fácil montar el Campus de Verano del Unión en las instalaciones del colegio en el que el padre de éste jugador es director (o jefe de estudios). Tras muchas llamadas, largas conversaciones y excesiva insistencia cedo, cedo con una única condición: que sea el presidente quien le diga a ese jugador que lleva desde mayo entrenando con nosotros, a dos semanas del inicio de la competición, que debe abandonar el equipo y pasar a formar parte del B, el señor Moisés Mora me dice que “sin problema”. Pasa el tiempo y al final soy yo quien debe decirle a Raúl Galván que forma parte del otro equipo, una vez más quedo como el malo de la película.
Continúan los entrenamientos y la relación entre el señor Heriberto Fernández y yo es cada vez más tensa, mucho más cuando sabemos que la primera jornada enfrentará a nuestros equipos. Mi relación con la directiva es directamente proporcional a la que tengo con el entrenador del otro grupo…
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