He de ser sincero: comencé el visionado de The Tourist sin ninguna ilusión y es que aunque los nombres del cartel son realmente atractivos The Tourist me sonaba al típico blockbuster de dos grandes actores con ganas de cobrar un suculento sueldo a cambio de tres miradas interesantes y dos movimientos de culo.

Tras verla me atrevería a decir que el mayor problema de The Tourist, dejando a un lado su previsible último tercio, es la pareja protagonista: la química entre Depp & Joyle es inexistente. Está claro que tendrían retoños guapísimos y rarísimos a partes iguales pero sin vida, una pareja excesivamente mortecina y atractiva.

Pero sí The Tourist también es previsible y llegando a sus instantes finales incluso estúpida. Que sí, que nos lo olíamos, que sabíamos que estaba a punto de suceder pero si supones que la mierda sabe mal ¿por qué has de probarla? Pues aquí sabemos que lo poco bueno de la cinta va a convertirse en mierda… ¡¡¡haz otra cosa!!! Demuestra que aunque estés en Venecia, esto es Hollywood… pero no, al final: mierda.

Y es que todo es demasiado perfecto: ella (Joyle sale guapísima en esta cinta), Depp, el agente londinense, Venecia, los hoteles, Venecia (sí, ya sé que lo he repetido pero es por si alguna capta la indirecta y me lleva)… tan bello y tan perfecto que carece de vida, carece de esa imperfección maravillosa y se convierte en frío, calculo y fingido (y esta vez nos damos cuenta de que todo es mentira). Aunque eso sí, la actuación de Joyle está a la altura de The Tourist, vamos, basurilla fina.

Y después de limpiar los cuchillos para diseccionar a The Tourist, he decidido otorgarle:



La crítica está hecha pensando en The Tourist como un thriller, una película de verdad en si misma, si The Tourist se tratase de una parodia a las cintas de Hitchcock probablemente obtendría más gatitos.