Hace unos meses, antes de llegar al Drema, el partido La Matanza – Ópticas Debor Drema Esperanza parecía tener un resultado claro. Pero aquellos tiempos han quedado atrás y mucho han cambiado las cosas (y no solo porque yo esté ahora en el banquillo esperancero). La Matanza y La Esperanza son ahora dos equipos en trayectorias opuestas, los primeros han caído a las últimas plazas de la clasificación y algunos de sus jugadores más carismáticos han abandonado el proyecto, por otro lado encontramos al Drema, quien llegaba al partido muy fuerte tras conseguir dos victorias en canchas nunca fáciles como las del Valle Sur Fátima y la del Mónaco Lounge & Music.

Ambos equipos comenzaron el partido con múltiples imprecisiones y es que es posible que la presión hiciese mella en los locales. Pero el paso de los minutos dio a los locales esa tranquilidad tan necesaria para jugar al baloncesto y dominar un partido que se antojaba clave para ellos. En el lado visitante quizás las imprecisiones fuesen menores pero el no-control del rebote defensivo nos hacía estar por debajo en el marcador, tan solo, en rachas aisladas conseguíamos hacernos con el rebote y desde abajo construir nuestro juego ofensivo. Al término de los primero 10 minutos el marcador reflejaba claramente el juego demostrado en la pista con un 22 a 16.

Y comenzó el segundo periodo del encuentro, fue entonces cuando, como diría un antiguo profesor de Física “tuvimos la idea feliz” y es que nuestra idea feliz es muy básica: intensidad defensiva.

Una intensidad defensiva que nos llevó al dominio del rebote y con la que conseguimos no hacer sentir cómodos a los locales en su propia pista: conseguíamos paralizar sus rápidas transiciones de balón además de propiciar tiros incómodos. Pero nuestro trabajo no solo terminó bajo nuestro aro, además, conseguimos marcar un buen ritmo ofensivo con el que logramos empatar el marcador y e incluso tomar la delantera en el mismo. Al descanso, el marcador, que había estado muchos minutos en nuestra contra se colocaba ahora de nuestro lado con un 26 a 35 que nos hacía encarar la segunda mitad de encuentro con cierto optimismo.

En la reanudación comenzamos tal y como habíamos terminado el segundo cuarto: intensos en defensa y bastante acertados en ataque. Poco a poco nuestra diferencia en el marcador fue aumentando hasta lograr la máxima diferencia del encuentro: 15 puntos. Fue en ese punto en el que las cosas comenzaron a torcerse para nosotros, quizás bajamos un poco la intensidad o quizás los locales consiguieron el acierto ofensivo que hasta el momento no habían tenido, fuera como fuere, los locales consiguieron de nuevo reducir la diferencia a 9 puntos. Cambian entonces las sensaciones en los banquillos y eran ellos quienes deseaban ganar y nosotros los que no queríamos perder.

Con un partido aun por decidir (como viene siendo tónica habitual en todos nuestros encuentros) comenzaba el último periodo. Un cuarto en el que los locales salieron a tumba abierta a por un partido que rompiese su racha negativa y les diese esa estabilidad y estimulo del que en las últimas jornadas parecen carentes.

Por nuestro parte decidimos que era el momento de poner toda la carne en el asador, teníamos clara una cosa: no se nos podía escapar un partido en el que habíamos mandado buena parte del encuentro y que se antojaba muy importante para anclarnos a la parte alta de la clasificación y no perder así los puestos que dan lugar a jugar el play-off de ascenso.

Se convirtió en el cuarto más duro del encuentro, un periodo en el que intercambio de canastas fue continuo, un ritmo de juego que favoreció a los locales quienes a falta de minuto y medio para la conclusión del encuentro se colocaban a golpe de triple en el marcador 59 a 62. Fue entonces cuando comenzó un nuevo partido, un partido del que salimos victoriosos agravando así la crisis de uno de los equipos llamados a liderar esta competida liga de 2ª Autonómica. 64 a 69 fue el resultado final, un final donde anotamos los tiros libres pero en el que no conseguimos recuperar un basketaverage que acariciamos con los dedos en algunos momentos del encuentro… pero como diría un buen amigo que ahora vive bajo el frío polaco: “mira David, un partido menos, una victoria más” pues eso: una victoria más que nos aúpa a los primeros puestos de la clasificación y que nos motiva para recibir al líder este mismo lunes (vamos, hoy) a las 21.30 horas en el Pabellón Municipal de La Esperanza.

Parciales: (22-16); (4-19); (15-15); (23-19); [62-69]

Anotadores: Ricky (1 punto, 3 faltas), Susma(22 puntos, 3 faltas), Chechu(14 puntos, 2 faltas), Cañete (5 puntos, 1 falta), Andrés (15 puntos, 3 faltas) –quinteto inicial- Javi (- puntos, 3 faltas), Dani (2 puntos, 1 falta), Julio (2 puntos, 3 faltas), Tinguaro (- puntos, 3 faltas), Jorge (3 puntos, 1 falta), Iván (5 puntos, 3 faltas)