Óptica Debor Drema Esperanza 61 - Químicas Oro Tacoronte 59

Un par de horas antes de comienzo del partido recibía una llamada de Javi Acosta (entrenador principal) en la que me comenzaba que dos de nu...

Un par de horas antes de comienzo del partido recibía una llamada de Javi Acosta (entrenador principal) en la que me comenzaba que dos de nuestros interiores se caían de la lista en el último momento... Sonreí y pensé que poco tendríamos que rascar entonces contra el líder de la categoría, quien solo llevaba un derrota en su casillero.

Llegamos a La Esperanza con menos frío del esperado y en todos los corrillos el tema era el mismo "llegamos demasiado justos de interiores" y nos les faltaba razón ya que de nuestros cinco jugadores interiores tan solo podríamos contar el lunes noche con dos de ellos, una rotación que se antojaba demasiado corta. Pero el Twitter de uno de los chicos tenía razón, rezaba algo así como: "hoy muchas bajas, pero no hay excusas" y es que cuando toca ganar los jugadores y los entrenadores no las ponemos, el lunes, que la noche pintaba oscura, tampoco era el momento de ponerlas por lo que pudiera pasar.

Con 10 jugadores en pista (2 de ellos junior) comenzamos el calentamiento en el que poco a poco nos fuimos olvidando de las ausencias y centrándonos en el partido tan complicado que teníamos por delante.

A las 21.30 el balón volaba y comenzaba el encuentro, primer ataque para los visitantes que tras un corte por línea de fondo intentaban (aunque sin éxito) realizar un alley-oop dejando claro porque llegaban a la cancha de Lomo Pelado líderes de la categoría. Y desde ese primer ataque entendimos la dureza del encuentro.

Nuestros primeros ataques fueron quizás demasiado nerviosos, en cambio, abajo estábamos realmente serios; sí, éramos conscientes de la dificultad de contener a un equipo con un juego interior tan potente como el del C.B. Tacoronte pero no por ello dejamos de intentarlo.

Mediado el primer periodo comenzamos a descolgarnos en el marcador que reflejaba un 7 a 16 a favor de los visitantes, fruto de nuestra precipitación ofensiva. Viéndonos por debajo en el marcador dejamos a un lado la tensión de recibir al líder (además el partido seguía el guión que las quinielas daban como veraz) y sin pensar en el marcador decidimos jugar al baloncesto, a nuestro baloncesto. Personalmente creo que desde el banquillo rival se dejaron llevar demasiado pronto por esa apariencia de "partido ganado" y nos vieron como a unos chiquillos que juegan con hombres y por mucho que lo intenten nada podrán hacer. Y en cierta medida el electrónico al final de este primer periodo les daba la razón: Ópticas Debor Drema Esperanza 11 - C.B. Tacoronte 18.

Comenzó el segundo periodo y comenzaron las rotaciones interiores por parte de los rivales momento que aprovechamos para hacernos con el control del rebote: corríamos por primera vez en el encuentro y además teníamos oportunidades para hacer valer nuestras segundas opciones ofensivas. Poco a poco nos fuimos acercando en el marcador, momento en el que los visitantes decidieron colocar una zona 2-3 para controlar así al menos su rebote defensivo. Desafortunadamente para ellos fue entonces cuando aparecieron en juego nuestros exteriores mostrando su mejor versión desde el perímetro.

Con un correcto ataque y una trabajada defensa llegábamos al descanso: 30 a 28 haciendo saltar las primeras alarmas en el banquillo tacorontero.

Comenzábamos la segunda mitad del encuentro conscientes que los visitantes querrían romper el encuentro y encarar así la parte final del mismo con mayor tranquilidad, sabíamos que era el momento de ser fuertes atrás y de encontrar situaciones de tiro cómodas en ataque. Y con esa convicción saltamos a la pista.

Ambos equipos convertimos este cuarto en un intercambio de canastas y golpes ya que la permisividad arbitral se hizo latente en este periodo así que las situaciones de tiro cómodas no fueron todos lo cómodas que esperábamos y tan solo conseguimos aumentar nuestra renta en 2 puntos: 46 a 42.

Y comenzamos el último periodo con 4 puntos de diferencia sobre el líder quien de nuevo volvía a colocarse en zona (esta vez 3-2) y ponía en pista todo su potencial interior. Era el momento de nuestros interiores, quienes cargados de faltas, saltaban a pista para poner toda la carne en el asador.

Y hasta mitad del cuarto aguantamos el intercambio de canastas pero en ese momento perdíamos, por faltas, a uno de nuestros pívots; a partir de ese momento nos tocó sufrir y mucho. Poco a poco los visitantes, haciendo gala de una dura defensa y de un no menos duro ataque, fueron recortando la diferencia en el marcador. Llegamos a los segundos finales empatados con dos tiros a nuestro favor: fallamos (sí, los tiros libres no es nuestro punto fuerte) y tocó defender de nuevo.

Siempre hemos sabido que los partidos se ganan desde atrás y esta fue una buena muestra de ello: recuperamos el balón y atacamos, falta, de nuevo dos tiros libres a nuestros favor y de nuevo fallamos. Los 40 reglamentarios minutos llegaban a su fin con empate a 51 en el electrónico esperancero, tiempo extra.

Un día, un entrenador con el que compartía un café me dijo que las prórrogas no las ganaban los mejores equipos, las ganaban aquellos que estaban más tranquilos y que mejor sabían gestionar el momento. Nosotros sabíamos que llegar a forzar una prórroga al líder ya era en si mismo un pequeña victoria (una de esas que no llegan para sonreír pero que consiguen hacerte sentir moderadamente bien) mientras, en el banquillo rival las cosas estaban mucho más tensas y es que se jugaban perder el liderato.

Salimos con ganas de dar lo mejor de nosotros, sin miedo a la derrota y conscientes que el partido se ganaría desde la defensa. Salimos a defender y así tener opciones de ganar el partido y defendimos, defendimos hasta el último balón, hasta la última jugada, hasta que salimos victoriosos. Y es que logramos arrancar las victoria más sufrida hasta el momento. Sí,muchos hablaran de que tan solo fueron dos puntos, de la permisividad arbitral (cierta, en ambos aros y oye, que si alguien quiere usarla como excusa en su derecho está) pero nosotros vemos en esta victoria un paso para crecer como equipo, para acercarnos un paso más a nuestro objetivo.

Parciales: (11-18); (19-10); (16-14); (7-11); (8-6) [61-59]

Anotadores: Ricky (10 puntos, 2 faltas); Susma (8 puntos, 3 faltas); Chechu (14 puntos, 4 faltas); Julio (- puntos, - faltas); Andrés (9 puntos, 5 faltas); -quinteto inicial- Javi (3 puntos, 4 faltas); Mariano (6 puntos, 2 faltas); Tinguaro (11 puntos, 5 faltas); Iván (- puntos, 2 faltas); Chacón (- puntos, 1 falta)

Aquí os puede interesar

0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?