"Y tú ¿cuándo lees?" me pregunto Johnny una tarde, respondí sin dudarlo: "en los viajes en el tranvía"; si me lo preguntase ahora respondería otra cosa "cada vez que me subo a un transporte público" y es que 5 horas de vuelo (10 si contamos la vuelta) y alguna que otra de tren han dado para mucho.

Cayó en mis manos cuando estaba buscando la película y es que siempre me ha parecido más fácil ver (o "mirar" que dirían los de la zona de Puxeiros) una película que leer un libro pero Alta Fidelidad me apetecía desde hace ya demasiado tiempo así que decidí hacerme con el libro de Nick Hornby.

Rob Fleming está a punto de cumplir 36 años, vive solo después de que su novia Laura lo haya abandonado y su negocio, una tienda de discos en el norte de Londres, no marcha todo lo bien que a Rob le gustaría. Este es el punto de partida del retrato de una generación que nos presenta Nick Hornby, y es que Hornby disecciona a ese treinta-añero (o casi) del que la sociedad dice que no crece, que se ha quedado estancado, sin un trabajo fijo (¿quién tiene trabajo fijo actualmente?) que vive como si tuviese 20... y lo peor, por lo menos para la sociedad, es que a ese joven, su forma de vida le da igual e incluso le gusta.

Sí, Hornby no nos engaña, desde el primer momento nos deja muy claro que se trata de una historia de amor en el que chico-es-rechazado-por-chica, chico-se-tortura y... bueno, eso os lo contará la novela y no el blog de este humilde juntapalabras 2.0. Os puedo contar que de la mano de Rob seguiremos su vida amorosa, desde su más tierna infancia cuando jugaba en el parque hasta el día que Laura lo deja por un tío que escucha música étnica de moda y es que como comprenderéis en Alta Fidelidad la música juega un papel realmente importante.

¿Por qué recomiendo este libro? Pues por mil y un motivos: por sus listas, por los libros de los que habla, por sus momentos cinéfilos, por su amor por la música... pero, como Rob, dejémonos de tonterías: porque saca a flote sentimiento universales que todos hemos sentido y/o sufrido. Muchos dicen que Alta Fidelidad habla del complejo de Peter Pan, del miedo de los hombres al compromiso, de... para mí todo es mucho más básico que eso: habla de miedo, miedo al fracaso, miedo al dolor y como en un momento determinado, aparece alguien que te da un empujón, un pequeño empujón, que te convierte en el ser más feliz sobre la faz de la tierra aunque esta se esté yendo a la mierda por culpa de los incompetentes que nos gobiernan.

Quizás una persona, después de leer esta crítica diga "voy a echarle una lecturilla al libro este" y quizás se sienta tan próximo a Rob como yo me sentí en ciertos momentos de la lectura. O, en cambio, Alta Fidelidad le parezca una porquería, una conversación de bar... pero sabéis qué: que a veces los libros son como las canciones, no a todo el mundo nos tienen por que gustar las mismas.