Soul Surfer es la adaptación a la gran pantalla de la surfista australiana Bethany Hamilton, quien perdió un brazo entrenando para el campeonato regional. A partir de ese momento todo es historia que podéis consultar en internet...

Pero sí, como supondréis nuestra bella (¿cómo iba a ser fea?) surfera lucha contra viento y marea para retomar su vida, que aunque distinta, es igual... Como podréis imaginar Soul Surfer es sensiblera y predecible a partes iguales aunque sí me ha llamado la atención la alusión directa a dios y a su fuerza, una serie de alusiones tan directas que por un momento pensé que estaba viendo la versión moderna de Marcelino Pan y Vino con chicas en bañador en vez de hábitos... y es que incluso la "mala" es "buena" al final (por que estar, lo está desde el primer momento).

Pero no, en este post no hablamos de lo luchadora o no que es una persona, de la moralidad, del tesón o del coraje, no: hablamos de cine y cinematográficamente Soul Surfer no deja de ser una cinta de sobremesa, especialmente dirigida a días de extremo calor como el de hoy (es media noche y rozamos los 30º en el momento en el que escribo esta crítica) que no lleva a playas paradisíacas, olas y al mar... a ponernos fresquitos... Quizás le dé algo más de vuelo la presencia de Dennis Quaid y de Helen Hunt, aunque esta segunda se pasea por la pantalla sin demasiada gracia.

Tras tanto "dios, mi señor ¿cual será mi camino?", he decidido otorgar a Soul Surfer:


Sin duda lo más interesante de la película son los crédito, no aportan nada que no conozcamos pero considero que las imagenes reales de Bethany Hamilton grabadas por su propia familia aportan un plus excepcional.