Que los zombies están de moda es un hecho totalmente contrastado: series, cómocs, libros, películas, videojuegos... es imposible dar un paso fuera de casa (tu última frontera) sin ser brutalmente atacado por un muerto viviente, un caminante o un no-muerto (aunque este término ha sido siempre más aplicado a los vampiros y ellos son harina de otro costal). Hoy, siguiendo esta moda de cuerpo putrefactos, reseñaremos "Zombie Island" escrita de David Wellington.
"Zombie Island" nos cuenta dos historias paralelas: la de Dekalb y la de Gary. El primero trabajaba como inspector de armamento de la ONU destinado en África con su mujer e hija cuando comienza La Epidemia; el segundo, Gary, es un joven estudiante de medicina neoyorkino por aquel entonces. Dos personas en situaciones muy diferentes que se encuentra en un Nueva York desconocido para ellos tras sus "viajes" (lo entrecomillo porque Dekalb llega tras un viaje desde África y Gary llega tras un "viaje" farmacológico).
¿Qué novedades al mundo zombie nos aporta "Zombie Island"? Pues sin duda la mayor novedad es que la visión del mundo de uno de nuestros protagonistas está más cerca de los cuerpos que se pudren por falta de alimento que de la de los humanos que no quieren ser sus corderos y ahí se terminan las novedades. El resto: personillas más o menos simpáticas que se escapan de esos monstruos que intentan convertirlas en su desayuno, cena o tentempié de media tarde.
Pero me gustaría adentrarme más en el libro. Estamos en ese momento, ese momento que siempre sucede, ese momento que puede marcar un antes y un después en la historia ya no solo del libro si no también en la del mundo... a nuestros protagonistas los tienen rodeados cientos, que digo cientos, digo miles de zombies que se mueren por hincarles el diente (ojito al juego de palabras anterior), ellos, los "buenos", el último vestigio de humanidad en un mundo desolado van a perder... los "malos" vencen y... va el narrador y nos dice "Delkab recordaría los hechos mucho tiempo después" ¡¿¡¿Cómo?!?! ¡Pero hombre, déjame sufrir en la escena cuasi-final! ¡ Déjame pensar que los "malos" pueden ganar y tu libro merece la pena! ¿En qué estás pensando David Wellington?
Pero no todo es horrible en la novela de Wellington. La verdad es que los personajes están logrados y trabajados, que sí, que siempre encontraremos fallos pero es indudable que tienen una alta cantidad de detalles; está claro que Dekalb se lleva la parte mala ya que todos conocemos a personas humanas pero no a zombies como Gary (tranquilos, no he destripado nada).
El final me ha parecido horrible, así de claro, horrible para un libro... y es que quizás dentro de una trilogía tenga un sentido lógico. ¿Lo malo? Que dudo mucho si continuar o no con esta trilogía... quizás en otro momento, quizás en otro lugar, quizás en un mundo apocalíptico donde los zombies paseen a sus anchas.
0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?