Estamos en la cumbre, todo marcha, nada puede ir mejor: Vinnie es una super-estrella cotizada en el mercado, Eric ya ha encontrado su deseada estabilidad al lado de Sloan, Turtle es ahora un hombre de negocios (con gorra y zapatillas) y Drama, el pobre Johnny, sigue en la búsqueda de una proyecto que le motive. ¿Y Ari? Ari Gold ya no es solo un representante de talentos, es el mayor representante de talentos del mundo, y ahora aspira a presidir un equipo de la NFL... todo es genial, todo es maravilloso hasta que el director Nick Cassavetes pide a Vincent que hago una escena sin doble y todo cambia.

Comienza así la autodestrucción del personaje que entra en una espiral que termina en tragedia... por que sí, en esta temporada de Entourage hemos dejado de reírnos, se ha torcido pero hemos descubierto que  Adrian Grenier puede ser un actor.

Esta temporada de Entourage sin duda es diferente, fresca ya que nos presenta un nuevo séquito... y es que tras seis años de fiestas, mujeres y chistes hemos descubierto que no todo tiene por que ser siempre de color de rosa. Sin duda un paso importante en la madurez de la serie ¿a qué nunca habíais pensado que Hollywood podía tener un lado oscuro?

Seguiremos presenciando chiste facilones, mirando a mujeres bellas pero también acompañaremos a Vinnie en su caída. Que llega de la mano de Sasha Grey que durante esta temporada da vida a si misma e interpreta además a la novia del actor... Sasha, además de actual estrella del porno, continua así su carrera en el cine convencional; el único problema de Sasha Grey es que no desprende ninguna química al lado de Adrian Grenier.

Pero algo ha fallado Entourage ha perdido a Ari Gold como Ari Gold y es que sin Lloyd se ha convertido en un personaje descafeinado. Y con esta caída se comienza a ver lógico el final de la serie en la octava temporada y es que como ya hemos dicho quizás el mayor pilar era Ari y su carácter destructivo.

¿Sabéis cuando decíais que Entourage era un serie machista? Pues olvidadlo: bienvenidos al nuevo El Séquito, con más cameos que nunca (han pasado Mike Tyson, John Stamos, Bob Saget, Jessica Simpson, Aaron Sorkin, Eminem, Cristina Aguilera, Kevin Love, Steven Nash...), con más droga que nunca y sobre todo con más dolor y sufrimiento.