Me gustaría comenzar la crónica del partido de ayer situando al espectador que no ha asistido: se trataba de nuestra primera salida en la temporada 2013/14 y nuestro segundo encuentro de liga (aunque sea la tercera jornada de la misma) tras la dolorosa derrota contra Tui. Nuestra primera salida nos llevó a Panxón donde nos enfrentamos con Airexa Nigrán quién se presentó al encuentro con seis jugadores. Un encuentro al que ambos equipos llegábamos con un balance negativo de una derrota y un casillero de victorias aún por estrenar. 

Comenzamos el encuentro demasiado condicionados por la derrota de la anterior jornada: nuestras lecturas eran incorrectas y las impresiones eran habituales; y aunque comenzamos anotando mediado el cuarto los locales tomaron ventaja en el electrónico en eso momento comenzamos a mirar para el suelo y el balón se convirtió en una granada que no queríamos que nos explotase en la mano. Mientras Nigrán siguió jugando su partido, un partido que tal y como reflejaba el marcador le daba resultado y es que al final de estos primeros diez minutos los locales lideraban el marcador 10 a 7.

Y tres abajo comenzamos el segundo cuarto, con ganas de cambiar el ritmo y de hacerlo mejor... pero las cosas no siempre salen como queremos y en los primeros compases de este segundo cuarto nos encontramos atascados en ataque tal y como había pasado en el anterior. Abajo, en defensa, tampoco conseguíamos sentirnos cómodos y en muchas ocasiones corríamos tras el balón, pero con el paso de los minutos este aspecto fue mejorando y aunque no anotábamos con fluidez lográbamos mantener la distancia controlada; un distancia que punto a punto se fue reduciendo hasta que de nuevo logramos colocarnos por delante en el marcador llegando así al descanso: 16 a 17. Un marcador irrisorio para una categoría junior pero un marcador que nos colocaba un punto más cerca de nuestra primera y ansiada victoria o ¿hubiésemos preferido llegar al descanso 55 a 54? Pues posiblemente (casi seguro) que no.

Descanso. Parón. Minutos para reflexionar, hablar y corregir: debemos imponer nuestro ritmo, debemos mostrar a lo que queremos jugar, si nos cuesta anotar aumentemos el número de posesiones... salimos a correr en ataque y a luchar en defensa. Por su parte los locales sabían que se acercaban el momento de la verdad y veían como poco a poco habían ido perdiendo el control del ritmo del partido y querían recuperarlo. Pero nosotros por fin confiamos en nuestro juego, en nuestra defensa y en nuestra manera de hacer las cosas y aunque perdimos en los primeros minutos el liderazgo en el marcador con el paso de los minutos lo recuperamos hasta, sin sentenciar el partido, dominarlo y jugar con él. Y es que como entrenador puedo criticar decisiones que se llevan a cabo en la pista, corregir detalles o echar broncas con más o menos sentido pero es un orgullo ver como tu equipo lucha cada balón (con mayor o menor fortuna) y trabaja en cada defensa, así: creyendo y luchando podremos perder partidos pero siempre saldremos con la cabeza alta de las pistas de baloncesto. Al cabo de estos diez minutos liderábamos el marcador por 8 puntos de ventaja (23-31) pero trasmitiendo una mayor sensación de seguridad en nuestro juego.

Y con un marcador abierto y buenas sensaciones encaramos los últimos diez minutos del encuentro con ganas de hacerlo bien, de demostrar que podemos jugar en serio. Salimos con mucho ritmo y los locales (recordemos que tan solo eran seis) poco a poco se hundieron: nuestra defensa era intensa y pudimos correr en contras rápidas, poco a poco la ventaja fue aumentando en el electrónico y en el ecuador del periodo sentenciamos el partido llegando incluso a los 30 puntos de diferencia. Ellos físicamente superados y nosotros relajados por la diferencia encaramos los últimos minutos del encuentro con tranquilidad que nos llevaron al marcador final de 29 a 56. Un marcador con el cual estrenábamos nuestro casillero de victorias, un marcador que nos hacía olvidar el encuentro de la pasada semana y encarar el futuro con optimismo. Con optimismo pero teniendo claro que los resultados llegan gracias al esfuerzo y el trabajo duro, teniendo claro que nadie nos regalará nada y que debemos luchar para lograr nuestras metas por sí, hoy hemos ganado pero mañana de nuevo hay que entrenar para seguir creciendo como jugadores (como entrenador) pero sobre todo como grupo.

Parciales: (10-7); (6-10); (7-14); (6-25); [29-56]

Box Score: Adrián (2 puntos, - faltas); Roi (5 puntos, 2 faltas); Julián (1 puntos, 4 faltas); Raúl (- puntos, - faltas); Santi (13 puntos, 1 falta) -quinteto inicial- Pablo (6 puntos, 2 faltas); Samuel (2 puntos, 1 falta); Daniel (4 puntos, 3 faltas); Abraham (6 puntos, 3 faltas); Gabriel (11 puntos, 2 faltas); Alberto (- puntos, 1 falta); Mario (6 puntos, 2 faltas)