"Todo el mundo es culpable hasta que se demuestre lo contrario" esta es la máxima que plantea Jagten al espectador y es que nos encontramos con Lucas, hombre que trabaja en una guardería y que es acusado por una niña de la misma de abusos sexuales. Es en ese momento en el que un honrado y querido hombre de una pequeña comunidad se convierte de la noche a la mañana en un enfermo y un pervertido, en un hombre que merece ser linchado, un hombre que se ve aislado a su casa dentro de un pueblo que le agrede y le detesta... a él y todo lo que con él tiene que ver.

Y sí, nosotros como espectadores conocemos la inocencia de Lucas y por qué Klara, una niña de sonrisa preciosa se inventa una historia capaz de arruinarle la vida al más cualificado de los profesionales. En contraposición a la figura de ese psicólogo quien mediante preguntas dirigidas condiciona a una niña de guardería para que forme una historia que se extenderá como un reguero de pólvora en un pequeño y aislado pueblo. 

Muchos han dicho que la cinta se trata de un telefilm o una película de sobremesa, que le falta ese cartel que ponga "basada en hecho reales" para ser una cinta de Antena3 o de Telecinco pero para mí no es así, aquí no hay lloros o lamentos o se juzga a alguien; aquí encontramos una tensión que asfixia sin pudor a los personajes y con ellos al espectador, una tensión que se rompe totalmente en la misa de Navidad ciando los dos personajes adultos se miran los ojos. Además Jagten presenta un cuidado guión al que debemos sumarle una fría fotografía y unos espeluznantes primeros planos que la alejan totalmente de esa vitola de telefilm que alguno le ha querido colgar injustamente. 

Está claro que Vinterberg hace trampas y consigue mediante estudiados giros que el espectador se ponga de parte de Lucas, que es interpretado de manera increíble por Mads Mikkelsen, pero no hay duda que nosotros mismos, conocedores del por qué de las cosas, nos hubiésemos posicionados al lado de Lucas aunque posiblemente no hubiésemos empatizado de manera tan interiorizada sus sentimientos. 

Pero Jagten guarda varios ases bajo la manga: y es que hay un par de secuencias que como espectadores no crean una incomodidad increíble, ambas hacia el final de la cinta... hablo de la escena final (no, tranquilos no la revelaré) y de la escena en la que Theo entra a la habitación de Klara generando en nosotros una sensación de intranquilidad y rechazo como no habíamos tenido antes en la cinta. 

Por todo ello he decidido otorgarle a Jagten: