¿Qué mejor plan para viernes noche que escuchar música en directo? Pues sinceramente poco hay, así que decidimos acercarnos por un de los bares de costumbre para asistir a un concierto. ¿Quiénes tocaban? Pues sinceramente era lo de menos, lo importante: romper con la rutina de la semana, así que a ciegas nos dirigimos al concierto de Fredi Leis (@FrediLeis) y MiHermanaPequeña (@mihermanapeqena).

La verdad, debo reconocer, que la idea de Fredi y Carmela (a.k.a. MiHermanPequeña) me llamó mucho la atención y me gustó: y es que como Jaime Urrutia y Ariel Rot en la ventana decidieron hacer un "toma y daca", es decir, primero toca Carmela un par de canciones y después hace Fredi otro tanto de lo mismo. Esto que parece tan banal no lo es en absoluto, con este concepto consiguen que el concierto no se haga pesado en ningún momento e incluso consiguen más: Fredi toca el piano, Carmela la guitarra, cambio de voz, cambio de instrumento, cambio... bueno de estilo no demasiado.

Ambos comenzaron con composiciones propias y no tocarían temas ajenos hasta los bises. ¿Romper el hielo? Las mujeres primero y MiHermanaPequeña fue la primera en subirse al escenario, con guitarra en ristre comenzó el concierto. En los últimos años, aunque es cierto que esta tendencia ya ha aflojado, ha estado muy de moda esa chica guapa con guitarra que canta canciones folk americanas, voces dulces que inundan todos los recovecos del local y que te funden con la lengua se Shakespeare como si tú, que nunca has aprobado inglés en el cole, fueses de King Cross máximos exponentes de ello podrían ser Alondra Bentley o la archiconocido Russian Red; tiempo después surgió la chica que basicamente era lo mismo pero cantando en idioma cervantino: Zahara o La Bien Querida... ¿sigue MiHermanaPequeña la tendencia? Pues no; no entraré a juzgar la belleza de MiHermanaPequeña, creo que no es el lugar ni lo que nos importa, pero Carmela va por otros derroteros mucho más rock (incluso en el tramo final se marcó una versión de Extremoduro) y menos indie aunque en cierta manera lo acaricia y es que sus letras hablan de desamor o de amores difíciles: vamos, en esos que la chica bebe los vientos por él pero... ¡ay, el amor cuando es no correspondido!

Y tras tres temas fue el turno de Fredi Leis. Sin lugar a ninguna duda lo primero que nos llamará la atención de Fredi Leis es su pedazo de voz, indudablemente tiene algo muy especial en las cuerdas bocales, algo que desde el segundo cero me hizo recordar a Quique González para muestra decir que en la segunda canción comenté a la hija del promotor del concierto este detalle y su respuesta fue clarificadora: "lo pone en el dossier"... Fredi canta, Fredi compone, Fredi toca el piano, Fredi habla de ella de esa chica que se fue dejandole hecho mierda como todo buen cantautor (aunque él cambie la guitarra por el piano) pero algo chirría: teniéndolo todo le falta algo. Marwan habla de su ex, de como lo destrozó, pero también habla de como arrancarle el pasado al sofá en un segundo, Andrés Suárez habla de cómo olvidarla, de los vals necesarios para hacerlo pero habla de aquel día que la vio en mi (su) playa... pero a Fredi le falta ese punto de optimismo. Ahí de nuevo el formato del concierto ayuda mucho: no solo "lloramos" por la ingrata que se fue, también escuchamos como queremos luchar por ese hombre al que queremos.

Y así entre guitarra y piano, entre Fredi y Carmela, entre Carmela y Fredi fue pasando el concierto y llegamos al momento de los bises, covers y versiones... Hay una cosa que me encanta: una chica cantando Extremoduro será porque las letras en voz de Robe son sucias y duras pero en una voz femenina se convierten en carias cargadas de mala leche, como esa caricia calentita que precede al bofetón, personalmente a viernes por la noche yo hubiese elegido Salir para hacer una versión o incluso SoPayaso (¿hay algo más bonito que SoPayaso en labios de una mujer?). Y aquí empieza la mácula del concierto: Maldita Dulzura (sí, de otros archiconocidos: Vetusta Morla): si bien tengo claro que Fredi tiene mejor afinación que Pucho (aunque esta afirmación para mucho sea un sacrilegio: Pucho se dedicó a berrear en el primer disco de la banda, berrar con estilo eso sí) también creo que cantar como el madrileño es realmente complicado, porque no es que cante bien, es que canta desde las tripas, siente las canciones y eso es complicado a la hora de hacer una versión... sinceramente, repito lo que dije en el concierto por muy doloroso que puede sonar "no se hizo una versión de Vetusta Morla, se perpetró una canción de Vetusta Morla", al igual que yo jamás haría una versión de Bowie o Radiohead por mucho que me gustasen creo que hay que tener cuidado al escoger las versiones y los temas para cerrar un concierto por que terminar con De Haberlo Sabido, además de una osadía, me parece una muy muy muy mala elección ¿por qué? Como el propio Quique González ha dicho es una canción escrita para ser cantada por una mujer, pero ese es su mal menor; no es una canción para cerrar, para terminar por la puerta grande, para decir "echo el resto" y mucho menos para un ¡viernes noche! ¡Un poquito de sentido común!
Es triste pero el tramo final empaña un concierto muy interesante (reconociendo que le ha faltado positividad) que ha ido quizás de más a menos... lo bueno es que sé que el próximo concierto en el que vea a Fredi y/o a Carmela terminará con mejores sensaciones.