Series
The Walking Dead, 3ª temporada
17:09:00
Desde hace un par de semanas (o tres) la gente vive esperando los lunes (y después me llaman loco a mí) ya que cada lunes tienen su ración semanal de The Walking Dead dicen que la cuarta temporada se define con una sola palabra: "espectacular" pero ¿y qué ha sido de la tercera? Pues he aquí su crítica.
Dejábamos a Rick y a su tribu huyendo de una granja en llamas y con el acecho de los zombies realmente cerca, con medio clan destruido: quien no mordido, asesinado... además una loca con una katana está por ahí suelta... Pero claro, todo eso en el tramo final de la temporada antes: poco o nada así que estaba claro que esta tercera temporada superaría a su predecesora y así ha sido.
Pero el Gobernador no viene solo, a su vera reaparece Merle (increíble Michael Rooker) quien pasa de ser un hooligan violento a mostrarse como un hombre coherente y con ideales, sí, los suyos propios pero ideales al fin y al cabo (a diferencia de otros personajes apaticos carentes de los mismos).
Pero no todo son rosas y palmaditas en la espalda a esta nueva temporada de The Walking Dead: la historia de Rick aburre, ha ido de tonto, de salvador, de líder, de malo, de...¡por favor! ¿no es The Walking Dead una serie de personajes? Pues demosle algo de tranquilidad a Rick y vayámonos por otros derroteros. Un derrotero podría ser la propia Michonne quien se presenta como el personaje más enigmático de la temporada y que poco a poco se ha ido abriendo al nuevo grupo y con ello al espectador. Bien, ya hemos logrado dos alternativas a Rick.
Y si en sangre ganamos en diálogos perdemos... es lógico ¿no? Pues no, lo es lógico, otra cosa es que como espectadores estemos dispuestos a asumirlo a favor del ritmo de la historia pero lo que no es ni lógico ni asumible por nadie son los diálogos con aspiraciones: esos que van de importantes pero en el fondo son totalmente vacíos o banales... y de estos vamos servidos esta temporada. Quizás dos sean los ejemplos claros para este punto: el enfado entre Andrea y Glenn que por favor, por favor, por favor, por favor... ¡qué puerilidad en tiempos de holocausto zombies! ¡Qué les muerdan! ¡Qué se los coman! Y sobre todo el encuentro entre Rick y... se llama... ¿cómo era?... Pues eso: el padre de Duane que si suma ni resta pero apuñala, puñalada de la que asombrasamente nos curamos en santiamén.
Sí, The Walking Dead mejora pero no llega a convencer, vamos, que sigue siendo una serie regular con aspiraciones. Y sí, sin duda veré la cuarta temporada: ¿por hobby? ¿por rutina? ¿por interés? ¿por sadismo? Vaya usted a saber caballero, vaya usted a saber
0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?