"Y tú hoy prepárate que a ti te va a caer una buena" me comentaba un amiguete entrenador cuarenta minutos antes de comenzar el encuentro y es que nos tocaba visitar al líder aun invicto de la categoría, a priori un partido desigual que enfrenta a dos equipos con objetivos muy diferentes.

Sin nada que perder saltamos a la pista del Pabellón Municipal de Baiona. Tranquilos, calmados y teniendo claro que baloncesto queríamos hacer comenzamos adelantándonos en el marcador y marcando el ritmo del encuentro; nuestra defensa parecía funcionar y nuestros ataques eran más que correctos, ya no reducíamos el juego a tan solo 1x1 como en jornadas atrás, jugábamos colectivamente en ataque sacando provecho de los errores del rival. Así llegamos 5 puntos abajo (22 a 17) al término de los primeros diez minutos.

En el segundo periodo del encuentro continuamos con el juego visto del primer periodo, para los que llevan algunas jornadas sin vernos comentar que ya no solo corremos, que poco a poco hemos ido trabajando nuestro juego en estático y que nuestra lectura de juego, más lento de esperado, ha ido progresando. Sí, hasta el minuto 18 de partido estábamos realmente contentos con el juego desplegado hasta ese momento. Pero llegaron los dos últimos minutos, dos minutos donde nuestra intensidad defensiva descendió fruto del cansancio o de un momento de falta de concentración, dos minutos en los que los locales demostraron por qué son líderes de la categoría, dos minutos que rompían un partido igualado hasta el momento, dos minutos que nos mandaban 15 puntos abajo al descanso (46 a 31).

Pero a diferencia de lo que podais pensar no reanudamos el partido hundidos por esos dos minutos, todo lo contrario: si dos minutos han servido para sacarnos del partido ¿por qué no podemos entrar en los 20 sucesivos? Con esa actitud volvimos al parquet baionés.

Es cierto que no somos el equipo con mejores porcentajes de tiro, posiblemente seamos además uno de los equipos con un mayor número de balones perdidos por partido... sí, tenemos mucho problemas pero nunca se nos podrá negar que ponemos toda la carne en el asador en cada encuentro. Trabajamos para ganar, para divertirnos pero sobre todo para demostrar que podemos lograr cualquier cosa y poco a poco logramos recortar la distancia en el electrónico: no, nunca llegamos a bajarla de diez puntos en este periodo pero los partidos no terminan en el minuto 30, si no en el 40 así que no teníamos prisa: solo queríamos demostrar que podemos hacerlo. Ganando el parcial de este periodo y reduciendo la diferencia a 11 puntos encaramos los últimos diez minutos.

Diez minutos que se hicieron eternos. Incluso podríamos decir que fueron diez minutos divididos en dos claros tramos de cinco: los primeros cinco minutos fueron nuestros, nuestro juego, nuestro ritmo, nuestra manera de hacer las cosas... sí, también nuestro problema: no anotamos, nos da igual una jugada de 24 segundos en 5x5 que un contra-ataque en 1x0, no sabemos definir y así es complicado ganar partidos. ¿Pudimos igualar el marcador? Es posible pero de buenas intenciones está empedrado el camino hacia el infierno... así que llegaron los cinco minutos para los locales quienes punto a punto lograron ampliar su ventaja de los 6 puntos que reinaban en aquel momento en el marcador a los 18 finales. No llegamos, no supimos o pudimos reaccionar y nos volvimos a casa con una derrota que pensamos sería más abultada antes de empezar el encuentro pero dolorosa tras ver nuestro juego.

Sí, ha sido nuestro mejor encuentro de la temporada pero no se ha reflejado en absoluto en un marcador justo y al que no le debemos reprochar nada. Solo trabajar para crecer partido a partido, esperar que este encuentro no sea un ilusión y luchar cada día para hacerlo algo mejor: la idea no es ganar el partido en el entrenamiento de hoy, en el de mañana, en el del viernes... de hecho la idea no puede ser ganar el fin de semana; la idea es jugar al baloncesto, imponer nuestro baloncesto y disfrutar haciéndolo, si esto sucede seguro que las victorias llegaran o que las derrotas serán derrotas pero saldremos de los pabellones con las cabezas bien altas.

Parciales: (22-17); (24-14); (14-18); (12-5); [72-56]

Box Score: Pablo (2 puntos, 2 faltas); Abraham (6 puntos, 1 falta); Julián (6 puntos, 2 faltas); Gabriel (18 puntos, - faltas); Alberto (- puntos, 2 faltas) -quinteto inicial- Santiago (8 puntos, 2 faltas); Samuel (6 puntos, 4 faltas); Daniel (- puntos, 4 faltas); Adrián (4 puntos, 2 faltas); Roi (2 puntos, 2 faltas); Raúl (2 puntos, - faltas)