No es oro todo lo que reluce, o sí...

Marty McFly viajó en el tiempo pero no lo hizo en una maquina creada en un polvoriento sótano, lo hizo en un DeLorean (vale, acepto que Doc ...

Marty McFly viajó en el tiempo pero no lo hizo en una maquina creada en un polvoriento sótano, lo hizo en un DeLorean (vale, acepto que Doc le hizo algunos arreglillos al DMC-12) que provenía de Irlanda del Norte. Pero si ahora os preguntase: ¿qué más modelos de DeLorean conoceis? Os quedaríais pensando sin saber que decir.

Pues amigos, la respuesta a la anterior pregunta es: ningún otro. El único DeLorean que vio la luz fue el famoso DMC-12 y es que DeLorean tan solo estuvo fabricando automóviles durante apenas dos años (1981 y 1982) antes de declararse en quiebra tras una acusación de tráfico de drogas contra su fundador: John DeLorean (quien más tarde será declaro inocente de esa acusación). Tras la quiebra la empresa pasa a manos de un inmigrante ruso que llegaba a Estados Unidos en 1967, Sol A. Shenk, un multimillonario dueño de Big Lots, una cadena de tiendas repartida por todo Estados Unidos donde podrías encontrar desde recambios para coches hasta muebles de oficina. Dicha compra acarrear el cambio de sede que pasa de estar situada en Irlanda para ubicarse en Ohio. 

Shenk decide entonces desprenderse del stock de la empresa y decide sacar a la venta los últimos 100 DeLorean construidos hasta la fecha (se supone que en sus dos años de existencia la empresa de John DeLorean facturó 95000 automóviles) entre lo que se encontraba "el último DeLorean construido" ¿El último en salir de la cadena de montaje? Pues no necesariamente, esta es su historia...

DeLorean y American Express decidieron promocionarse conjuntamente, en ese momento, cuando DeLorean era el referente de los coches deportivos en EE.UU. una idea pasa por la cabeza de John DeLorean: construir 100 DMC-12 chapados en oro de 24 kilates, su precio: 85.000 dolares pero solo podrían comprarlos aquellos que fuesen titulares de la American Express Oro pero esto no fue más que una quimera y tan solo se construyeron dos vehículos.

El primer DeLorean DMC-12 Dorado fue adquirido por Sherwood Marshall, un empresario y ex oficial de la Marina Canadiense quien años después donaría su DeLorean a la Fundación William F. Harrah y en la actualidad se encuentra en Nevada en el Museo Nacional del Automóvil (cuenta con la peculiaridad que se trata del único DeLorean DMC-12 Dorado de transmisión manual). El segundo de ellos fue a parar a manos de Roger Mize presidente del Banco Nacional de Snyder (Texas). Dicho vehículo, tras 25 años decorando el vestíbulo de dicha entidad bancaria fue cedido al Museo Petersen Automotive de Los Ángeles donde se puede visitar.
Del sueño de tener 100 automóviles de oro a la realidad de haber construido tan solo dos... dos y sus respectivos recambios. Recambios que Shenk encontró en esa mudanza transoceánica. Shenk decidió entonces montar con esas piezas otro automóvil "dorado", el último DeLorean construido, pero a diferencia de los dos anteriores este vehículo no fue vendido a ningún multimillonario ni museo: Shenk decidió rifarlo entre sus clientes.

La afortunada: Bette Welch quien en 1983 recibía su flamante DeLorean DMC-12 Gold, premio de una rifa de unos grandes almaces, un icono de oro convertido en un trofeo para una familia que hace la compra con un poco de fortuna. Un familia que tras abandonarlo en su garaje durante 19 años, tan solo tenía 1.500 kilómetros en su contador, decidió venderlo a través de internet. El vehículo alcanzó un precio final de 250.000 dólares y actualmente se encuentra en paradero desconocido... por cierto, aquel vecino tuyo ¿qué comentabas que guarda en el garaje?

pd.: se dice que existe un cuarto DeLorean DMC-12 Gold, que fue fabricado ex profeso para un neoyorkino que responde al nombre de Michael Feldman pero de este vehículo no existe conocimiento oficial.

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