Sí, es indudable, Scandal ha cambiado ¿para bien? ¿para mal? Pues a lo largo de esta reseña intentaremos responder a esas preguntas.

Si se nos mostraba un escándalo que encubrir en cada capítulo es esta segunda temporada se ha optado por un escándalo colosal y como poco a poco Olivia y quienes la rodean tratan de encubrirlo. El escándalo no es otro que el fraude electoral que ha convertido a Fitzgerald Grant III en presidente del mundo libre (y es que así se define a si mismo), así, además tendremos a los dos protagonistas en liza dejando su teorico amor a un lado pero recurriendo al mismo para apoyar los giros "extraños" del guión por que aunque digamos que ha cambiado Scandal, o mejor dicho Shonda Rhimes y su equipo siguen convirtiendo a Olivia Pope en la Madre-Teresa-de-Calcuta-Negra-de-Siglo-XXI. Por que sí, eso no varía, "la buena" sigue siendo la misma aunque se haya saltado a la torera aquello de la democracia y el poder de decisión del pueblo y... da igual asumidlo: Olivia Pope tiene que ser la más-mejor-del-mundo-mundial pase lo que pase.

Y es que en esta segunda temporada Scandal intenta llevarnos por el lado oscuro del poder: pero aquí no cobran comisiones como los "honrados" políticos españoles, aquí contratan a exagentes de la CIA para que eliminen al elemento molesto... vamos, muy creíble todo.

     - Shonda Rhimes, Shonda Rhimes... ¡qué hay mucha gente en el mundo y no hay comida para alimentarla!- dice el becario explotado que escribe los guiones de nuestra dios de las series
     - No pasa nada, llama al Jefe de Gabinete del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y llame a alguno de sus asesinos a sueldo y que elimine a la población sobrante - diría la buena de Shonda desde la alturas

Pues más o menos parece que esta nueva temporada de Scandal funciona así, una serie que juega a ser Suits pero con algo de Dexter y un poquillo más de... bueno, escribiría Anatomía de Grey pero sinceramente la doctora china me pone muy nervioso y nunca he conseguido ver un capitulo completo. Pero Shonda, esa mujer que lucha por el amor furtivo entren un presidente blanco y una asesora negra, convierte a todos los personajes en malos ya que todos tienen un lado oscuro (bueno menos Harrison quien solo habla de gladiadores y trajes).
Pero dos personajes sobresalen: Cyrus, un gay en un partido de ultraderecha con una ambición desmesurada casi a la altura de su ramalazo y Huck... ¿por qué no nos dejamos de chorradas y montamos un spin-off de cada uno? Bueno solo de Cyrus, el otro ya existe y se llama Dexter....

Scandal no levanta cabeza pero sí cambia aunque el giro es de 360 grados lo cual nos dos deja donde estábamos: ante la superheroína del siglo XXI, quien apaga fuego ajenos pero cuya casa (y la Casa Blanca) tiene ardiendo...

Shonda, si me lees: me gustaría que en la tercera temporada los metieran a todos en la cárcel, que Harrison aparezca en chándal (de los de Belén Esteban) y que Cyrus dominase el mundo... por pedir que no sea y es que además cosas más raras e increíbles se han visto en esta serie.