No, no me había olvidado de reseñar la tercera temporada de Juego de Tronos aunque reconozco que esta vez sí me lo he tomado con calma (mucha calma).

Sin duda esta tercera temporada de Juego de Tronos no dejará indiferente a nadie: por un lado entraremos a los fans de la serie, esos a los que esta le parece la mayor creación de ficción de la historia y que disfrutan escena a escena. Pero no muy lejos de ellos nos encontraremos a aquellos a los que esta temporada les ha supuesto una decepción ¿a qué se debe esta decepción? Pues posiblemente a la falta de "acción" en algunos episodios y cuando digo "acción" me refiero a espadas, peleas, justas y luchas... personalmente creo que este segundo tipo de espectadores se ha confundido en un concepto realmente importante de esta serie: Juego de Tronos no es una serie de peleas o espadas, es una serie política ambientada en un mundo de espadas y magia (de la que tendremos buena cuenta en esta temporada). Y es que lo importante de Juego de Trono no es la pelea si no como llegamos a ella.

Dicho esto todos los que os hayáis sentado ante esta temporada de Juego de Tronos tendréis un suceso en vuestro recuerdos; sí, la Boda Roja y es que sin duda el capítulo 9 se ha convertido en el clímax de la temporada (cuando no el de la serie hasta el momento). Es que toda la temporada bien se puede resumir en ese capítulo aunque lo importante haya sido como hemos llegado al mismo.

Pero si una cosa hemos aprendido a lo largo de esta serie es que hay vida mucho más allá de los personajes que se van ¿recordáis cuando nos planteábamos la vida sin el bueno de Ned? Pues la vida siguió como siguen todas las cosas: con sus aciertos y sus errores. Con hijas que pasan de marquesitas a guerreras y se atreven a luchar contra hombres que las doblan en envergadura (que manera más poética de referirse a Arya) o hijos bastardos que van más allá del muro para más tarde intentar asaltarlo o no, o sí o que sé yo... siempre hay más vida, personajes que no sabes si amar o despreciar, personajes que no sabes si llegaran a la próxima temporada, al próximo capítulo o incluso a la siguiente escena y/o boda... todo cambia todo menos ella, nuestra khalessi suma adeptos a su casa a base de tesón y buen corazón (es que en este blog la vemos con buenos ojos desde que Karl Drogo la visitó a lomos de su caballo por primera vez hace ya varias temporadas).

Dicen que Juego de Tronos cada vez se aleja más de las novelas de Martin ¿qué queréis que os diga? A mí me da igual. Es lógico que la serie evolucione a niveles más comerciales alejándose de huargos y acercadose a dragones que posiblemente hagan las delicias de todos aquellos aficionados a la magia medieval... el único "pero" que puede tener es alejarse demasiado y descuidar a aquellos a los que además nos hacen gracia las intrigas de palacio y los juegos de sillas, en este caso de tronos.

Así, con mucho mundo más allá del Muro e incluso mundo interior en los Siete Reinos esperamos ansiosos la llegada de la ya cercana 4ª temporada.