Sherlock, 3ª temporada

Posiblemente Sherlock sea una de las series más complicadas de llevar de a cabo y es que sus dos actores principales, Martin Freeman y Bene...

Posiblemente Sherlock sea una de las series más complicadas de llevar de a cabo y es que sus dos actores principales, Martin Freeman y Benedict Cumberbatch, se encuentran centrados en sus propios proyectos cinematográficos, por ello la serie se rueda en ese pequeño espacio entre películas en el que ambos actores coinciden. Por eso, cuando llegó a nosotros ese pequeño avance de 7 minutos sonreimos al igual que hace Sherlock al final del mismo.

El mayor problema es que esta temporada los casos han pasado a un segundo plano para explicar las nuevas dinámicas personales de los protagonistas. Antes nos sentábamos frente a un personaje con unos dotes deductivos casi a la altura de sus excentricidades pero en esta tercera entrega ya no es así, sí sigue siendo un personaje interesante pero el problema es que ahora además de Sherlock y Watson encontramos a todo un coro de personajes (desdibujados) que, aunque evidentemente aportan a la trama, están muy por debajo del dúo protagonista.

Sherlock ya no es un thriller o una excéntrica serie policíaca, ahora es una comedia donde de vez en cuando un loco espigado deduce cosas de manera más que loable. Y, posiblemente, no es lo que los millones de espectadores que siguen la serie quieren; sí, debemos ser críticos, Sherlock ha bajado un par de escalones del nivel al que nos tiene acostumbrados, es como si Gattins y Moffat se hubiesen tomado unas vacaciones en esta temporada o como si todos los episodios de relleno se hubiesen colado en la misma temporada. 

Mantiene Sherlock en cambio su estructura de trilogía, de nuevo tres capítulos de aproximadamente 90 minutos que una vez más me han vuelto a saber a poco y es que Sherlock tiene algo adictivo y siempre queremos más.

Comenzamos la temporada con The Empty Hearse un capítulo en que el que sin duda buscaremos respuestas al final de la segunda temporada pero donde nos las hayaremos: hayaremos en cambio las teorías más raras y excentricas (como no cabría esperar de otra manera) de aquel final tan espectacular de la segunda temporada. Encontraremos también una puesta al día sobre los personajes que se quedaron en Londres y es que desde el final de la segunda temporada hasta el comienzo de esta tercera han pasado dos años, dos años en los que todos y cada uno de los personajes que conocemos han rehecho sus vidas. sin duda nos encontramos ante un capitulo realmente divertido, posiblemente porque Gattins y Moffat se dedican a reírse del espectador que juega a ser Sherlock: Sherlock saltó, Sherlock falleció y Sherlock resucitó... ¿hace falta más? Posiblemente no, pero juguemos a descubrir como ha muerto y resucitado.

Tras la vuelta a la vida llegó The Sign of Three, una capitulo donde un brindis nupcial se convierte en una historia de amistad entre dos hombres y en el que además se nos presentan varios enigmáticos casos que terminan concentrándose en un solo caso final. No contaré quién es el asesino, quién es la victima o quién y cómo lo resuelven por que ello es lo de menos. descubrimos, no obstante el amor que se profesan Sherlock y Watson, dos personalidades tan diferentes y tan afines, dos mundos apartados tan distantes que cuando se juntan logran convertirse en uno completo y superior... sí, en la mayoría de las ocasiones llamaríamos a este suceso amor.

Y tras dos episodios emotivos ya nos merecíamos una entrega de Sherlock a la antigua usanza; esta entrega llega bajo en título de His Last Vow... y volvemos al tema inicial. Episodio 3, último episodio de la temporada y ¿primer villano que nos encontramos? Además no es un villano excentrico como Moriarty que sabemos que antes o después se equivocará, no, nos encontramos a Charles Augustus Magnussen, un hombre frío y sin escrupulos de esos que opinan que no es necesario hacer nada malo, tan solo con apretar lo suficiente alguien lo hará por ti ¡Qué hubiese dado para una temporada entera este nuevo personaje! Pero no, tan solo podremos disfrutarlo 90 minutos, o dicho de otra manera, un misero tercio de la temporada.

Sin duda este His Last Vow es el mejor episodio de esta tercera temporada e incluso me atrevería a decir más: es el único episodio de Sherlock, el resto han sido pequeños juegos.

Sherlock mantiene la misma calidad técnica e interpretativa, es decir, magnifica: sí baja en cuando a su trama y es que abrir tanto el arco origina esas cosas pero lo mejor es que da esperanzas a un futuro mejor, un futuro que se muestra enigmático, un futuro en forma de cuarta temporada que estamos deseando que llegue ya.

Por cierto, un detalle antes de concluir, en esta temporada conoceremos a los padres de Sherlock a quienes dan vida los padres del propio Benedict Cumberbatch.

Aquí os puede interesar

0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?