Viajando con Chester... David Muñoz

David Muñoz, David Muñoz, David Muñoz... ignorante de mí este nombre no me decía absolutamente nada. Ahora, tras ester chester sé que Da...


David Muñoz, David Muñoz, David Muñoz... ignorante de mí este nombre no me decía absolutamente nada. Ahora, tras ester chester sé que David Muñoz es el creador de Diverxo, único restaurante en Madrid con tres estrellas Michelin y lo ha logrado a los 33 años; por lo tanto se podría decir que David Muñoz es el profeta culinario de la generación ni-ni, un profeta con cresta, piercings y dilataciones, un profeta capaz de sentarse con Risto Mejide, mirar mucho más allá de sus gafas oscuras y replicar con argumentos todas sus ideas.

Sinceramente David Muñoz me parece un ser magnético: defiende sus opiniones a capa y espada, argumentando cada una de sus decisiones y separando su vida empresarial de su vida personal aunque ambas tengan el mismo punto común: su cocina. Ya lo hemos dicho: Muñoz es una de los referentes culinarios de este país. Está claro que Muñoz tiene claro lo que quiere y sabe que si invierte trabajo, horas y esfuerzo será capaz de lograr o de morir intentándolo, algo tan noble como llegar a alcanzar el objetivo final.

Está claro que esa defensa pasional de las cosas traerá a David Muñoz muchas críticas pero tengo claro que aquellos que le sigan lo harán a muerte ya que es capaz de convencer y vencer dándole igual quien esté frente a él, solo se preocupa de mostrar sus ideas y dejar que las mismas calen. Un ejemplo de estas ideas que posiblemente le genere problemas a David Muñoz es el precio de sus menús (115 € el corto y 170 € el largo), precios que considera baratos aunque como él mismo reconoce no es asequible y es aquí donde entra el lujo, la exclusividad, la crisis, la coyuntura económica actual y la materia prima. Evidentemente el precio de DiverXo es privativo pero está claro que la exclusividad merece un precio, un precio que como es sabido mucha gente se ha atrevido a pagar ya que DiverXo es uno de los restaurantes de alta cocina más solicitados de la capital. Muchos dirán que una persona que dice eso es un "gilipollas" pero no estoy del todo de acuerdo, Muñoz cuenta que durante 8 meses estuvo viviendo con su mujer en el sótano de su local, que vendió todas sus propiedades para montar DiverXo o que recibió ayuda tanto de sus padres como suegros para comenzar con su proyecto, ahora echa 15 horas diarias en su restaurante demostrando así que para lograr tus objetivos hay que ser constante y trabajar un poco más de lo necesario en la búsqueda de la diferencia, ahora, tras haber vivido eso David Muñoz valora su trabajo, sus horas y sus sacrificios en dos menús caros para la mayoría pero asumibles para unos pocos.

La actitud de Muñoz es la de un ganador, lucha por tener razón, lucha por ser el mejor de sus compañeros, luchar por ser mejor cada día en su trabajo y su receta es dejar de llorar y persevedar en los objetivos marcados. Supongo que muchos criticaran a David Muñoz por decir que el restaurante no da dinero y tener esos precios en carta, muchos lo harán también por sus formas o estética pero para mí Muñoz, o por lo menos el David Muñoz que se sentó ante Risto, me parece un ejemplo de pasión, de pasión en el trabajo y de ganas de luchar por lo que uno cree; es cierto que tan solo triunfará 1 entre 1000, que ese 1 tiene ya su nombre (David Muñoz) que 999 se quedarán por el camino, en ese momento tendremos dos opciones: elegir la vida que nos marcan (sea cual sea) o luchar sabiendo que las posibilidades de éxito son de 0,001% y tú ¿ya sabes que camino tomar?

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