New York Blues, de Jimmy Barnatán

¿Estás preparado para tomar entre tus manos New York Blues ? ¿Tu iPod está cargado? Dale al play, comienza la lectura y es que  New York Bl...

¿Estás preparado para tomar entre tus manos New York Blues? ¿Tu iPod está cargado? Dale al play, comienza la lectura y es que New York Blues es una novela, una guía de viaje pero sobre todo es música.

New York Blues es un recorrido a través de la vida de Dangerous Rico, un músico sin suerte que salido de los barrios bajos de la ciudad de los grandes rascacielos tocó lo más alto para al final terminar con un aguja de heroína en su brazo, un recorrido en el que Berko, sumido en sus recuerdos y en su crisis de los 30 nos servirá como guía poniendo New York a nuestros pies. New York Blues es también la segunda novela de Jimmy Barnatán (@jimmybartanan), una novela que nació de la mano del segundo disco de Barnatán "After the Blue Times".

Desde Esfera Libros (@esferalibros) nos han vendido New York Blues como una novela que habla de la crisis de los 30, de música, de sexo y drogas en la vorágine de New York; una sinopsis interesante para una novela que habla de un hombre que cumple los 30, que habla de música, de sexo y pasa a pies puntillas sobre las drogas... una novela que nos hace recorrer New York con sus luces y sus sombras, pero sobre todo con sus luces, una novela, New York Blues, que por mucho que haya querido no ha funcionado en ningún momento.

Sí, seamos claros, New York Blues no funciona. Promete mil cosas, o cuatro cosas ¡qué más da!, las toca pero no convence en ningunas de ellas. En nos New York Blues encontramos con Berko quien viaja a NY para tomar localizaciones para su documental sobre una estrella caída del firmamento musical americano y totalmente desconocida en la Vieja Europa. Pero NY no es ajena a Berko, allí pasó los veranos de su infancia, los veranos que crean el carácter y la forma de ser del individuo que ahora es, del hombre casado con la música (y con su mujer) que ahora sueña con abrir las piernas a una fotógrafa que se asemeja más a una egoblogger que una estrella rutilante del arte moderno y sucesora de como mínimo Helmut Newton. Nueva York es el paraíso perdido para Berko y un decorado simplón para el lector que, como yo, nunca ha pisado la Gran Manzana; vamos, que me dicen que en vez de Nueva York es Albacete y la historia hubiese funcionado perfectamente.

Sí, nos dicen que New York Blues se mueve a golpe de música. Música que nos mencionan cada vez que Berko escupe con mayor o menor lógica y coherencia contra su grabadora y música que teóricamente debemos escuchar en los decorados (para eso el libro está dividido en escenas y no capítulos) en los que se produce la trama de la novela. Una trama que va desinflándose poco a poco hasta convertirse en ese globo que tras tres días de feria se encuentra vacío y contraído en el suelo mientras feriantes y visitantes pasan sin mostrar el mayor interés.

Lo mejor de New York Blues, sin duda, que se lee realmente rápido. Incluso quizás no sea tan infame como a mí me ha parecido pero es que Jimmy, no te lo tomes a mal, tenía muchas esperanzas en tu novela, te veía con tus camisetas de Sons of Anarchy y pensé que me hablarías sobre blues y rock de verdad, ese que cubre como el polvo los antros más sucios de la ciudad pero no, no ha sido así, has preferido hablar de amor y de desamor pero no como una balada sangrante sino como una infelicidad más propia de Murakami y su blues tan peculiar... Jimmy, creía en ti ahora, mientras suena Hey Hey, My My en la versión de Battleme escribo estas líneas desde mi decepción, escribo estas líneas sin saber si Rico era un demonio o un pobre diablo, escribo estas líneas sin haber paseado por las calles de Nueva York en un taxi amarillo... no sé, creo que me pondré The Ramones a ver si ellos me acercan a Queens.

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