Javier Veiga... Javier Veiga... Pero ¿quién es Javier Veiga? Pues así, probablemente, no te suene pero si te digo que Javier Veiga fue el primer presentador de El Club de la Comedia (sí, sí, en el siglo pasado) ahora sí ya le pones cara, un tío que tiraba de sarcasmo e ironía cuando los monólogos eran monólogos y no stand-up comedy como lo llaman ahora. Pero tras dos temporadas al frente de El Club de la Comedia, Veiga desapareció de la pantalla de televisión; sí, nos lo hemos encontrado en alguna que otra película pero quizás ni recordemos su nombre. No salir en la televisión supone quizás la falta de reconocimiento por la calle pero Javier Veiga ha seguido unido al mundo de la actuación tanto como actor de teatro (con apariciones esporádicas en la televisión o el cine) pero también como director y guionista... ¡y es que los dramaturgos ya no llevan gola! 

Sirva esta presentación para anunciar que hace unos días asistí a la representación de "Amigos Ata a Morte" (la versión en gallego de "Amigos Hasta la Muerte") una obra escrita y dirigida por Javier Veiga que está recorriendo Galicia colgando el cartel de "no hay billetes" allí por donde va. 

"Amigos Ata a Morte" es una obra que presenta las venturas y desventuras de tres personajes a los que dan vida Xosé Antonio Touriñan, David Amor y Ledicia Sola, tres amigos que se conocen desde la universidad y que ahora, pasada la treintena intentan retomar la relación que un día se rompió. 

La verdad es que mientras me dirigía al teatro (desconocedor del autor de la obra) no tenía muchas esperanzas puestas en ella: quizás que Touriñan y David Amor hayan basado sus carreras en hacer en imbécil y recurrir al chiste fácil me hacía temer lo peor... de Ledicia Sola no podía opinar ya que su trabajo para mí era bastante desconocido. Así que una vez sentado en el Teatro AFundación me armé de paciencia, respiré hondo y abrí los ojos... Abrí los ojos pero lo primero que me encontré de "Amigos Ata a Morte" fue la música de Cheers, aquella serie de los 80 que narraba las aventuras de un grupo de amigos que se reunían diariamente en un bar para contar sus logros, penas y batallas. Sí, "Amigos Ata a Morte" está ambientada en un bar y regada de cerveza. 

Podría comenzar a destripar la obra pero no, no lo haré porque la misma merece ser vista y analizada por cada espectador. Tengo claro que para muchos de los allí presentes "Amigos Ata a Morte" era una comedia ligera que les alegró la tarde entre comentarios de "Mi má!" de Touriñan y caras de lelo de David Amor pero detrás de esas fachada de risas "Amigos Ata a Morte" esconde algo más; "Amigos Ata a Morte" habla de morir, de morir solos o acompañados de quien queremos, habla de enfados y peleas que vistos desde una perspectiva finita no tienen ni lógica ni sentidos. Habla de perdonar, de amar y de querer y sobre todo habla de amistad.

En Galicia no reímos de la muerte e incluso de cómo nos morimos; nos reímos de nosotros mismos porque quizás sea un actor de perdón por nuestros errores porque sí "Amigos Ata a Morte" no será estrictamente aplicable a nuestras vidas pero de ella podemos sacar lecciones, entre risa y risa, que podamos aplicar a nuestra vida, una vida que como me decían esta mañana mientras tomaba un avión solo debe tener un objetivo: ser felices, a lo que yo añadiría: tanto en la vida, como en la muerte.