Mi última "decepción" literaria me llevó a coger El Ciclista con cierta cautela, es más, confieso que dejé a una lado otros libros esperando terminar esa mala racha de lecturas y es que espero bastante de alguno de ellos, así me decidí por esta relato autobiográfico de Tim Krabbé.

Pero ¿qué nos encontramos una vez comenzamos a leer El Ciclista? En El Ciclista nos subimos a la bicicleta para acompañar a Tim Krabbé (novelista, periodista, reputado ajedrecista y ciclista) en el Tour del Mont Aigoual pero lo vivimos en primera persona a través de los ojos Krabbé, quien con 29 años decidió que quería dar el salto al ciclismo de élite. Así acompañamos durante 137 a Krabbé por el sur de Francia (el día 26 de junio de 1976). 

Mientras leemos este relato hacemos mucho más que montar en bicicleta, es más, montar en bicicleta es un daño colateral que sufre Tim Krabbé en El Ciclista lo importante son sus sentimientos, pensamientos y sensaciones; sensaciones, ideas y pensamientos que nos golpean kilómetros a kilómetros, repecho a repecho... como ya hemos dicho El Ciclista es mucho más que ciclismo, son ideas y ensoñaciones, anécdotas e ilusiones de una persona que vive su pasión en soledad, una pasión que a veces él mismo no comprende pero que en ningún momento piensa abandonar. Es cierto que encontraremos estrategia, desarrollos e incluso pinchazos pero también entrañables métodos de entrenamiento u opiniones sobre otros compañeros de pelotón y sus manías. 

Me parece muy correcta la formación de un olimpo de los perdedores porque el deporte está contado por los ganadores pero no solo pertenece a ellos, al contrario pertenece en mucha mayor medida a los perdedores ya que ellos fueron los derrotados por aquellos que han pasado a la historia y ya que sin ellos, el deporte, la competición y la rivalidad no existirían; Krabbé habla de quienes ganan pero sobre todo de quienes pierden y tropiezan en su camino a la gloria.

El Ciclista es un libro de culto para aquellos que aman la bici y su deporte pero es además una lectura amena e interesante para los que como yo solo nos acercamos a ese deporte alguna calurosa sobremesa del verano pero un libro épico para todos.