Victoria

El pasado año Alejandro González Iñárritu se llevaba el Oscar por Birdman , una película snob que en este blog nunca nos ha gustado, un...


El pasado año Alejandro González Iñárritu se llevaba el Oscar por Birdman, una película snob que en este blog nunca nos ha gustado, un proyecto sin vida que se basa en una plano secuencia en "el plano secuencia" decían los seguidores de mexicano... para mí, una película pretenciosa sin más el problema llega cuando alguien aspira a ser más y/o mejor que tú, en este caso que Iñárritu y decide convertir su película en un plano secuencia, sí, dos horas (o quizás algo más) de plano secuencia ¿su nombre? Sebastian Schipper y ese plano secuencia convertido en película se llama: Victoria.

Victoria está rodada en tiempo real y nos traslada a la madrugada berlinesa de clubes y bailes hasta el amanecer a golpe de techno; allí, perdida en la noche nos encontramos a una española (Victoria) que camina sola por el club, sin amigos pero con gana de seguir de fiesta, es entonces cuando Sonna y sus amigos, "autenticos chicos de Berlín", aparecen a la puerta del club, bienvenidos a chica conoce chico-malo-que-en-el-fondo-no-es-tan-malo... decía mi abuelo que después de las 4 de la mañana no queda nada bueno por las calles, pues más o menos es lo que nos cuenta Victoria.

Como ya os he comentado la cinta se desarrolla en un solo plano secuencia, es decir, sin cortes; por lo tanto seguiremos a Victoria y a sus nuevos amigos de manera constante, como si fuésemos la sexta persona de la fiesta pero sin poder interctuar con nadie... un rol complicado la verdad, porque en ningún momento se nos permite descansar de la "acción" (o decepción, como quedamos verlo). Quizás como ha sucedido con Birdman la forma ha arrollado al fondo primando mucho más el trabajo técnico que la historia que Schipper nos quiere contar, así asistimos a una historia muchas veces deslavazada y que tira en exceso de una improvisación que se debe a tan solo 12 folios de guión... ¿La forma sobre el fondo? Pues está claro que para algunos sí pero no para mí. 

Considero a Victoria como la manera que ha tenido Schipper de pasar a la posteridad y alcanzar la fama: más por la duración del uso de la técnica que por la calidad de su historia o su manera de contarla así que tras enfrentarme a Victoria he decidido otorgarle: 

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