Nunca un debut en el cine español generó tanta expectación y es que Los Cronocrímenes de Nacho Vigalondo ha llamado la atención incluso al otro lado del Atlántico (Tom Cruise se ha hecho con los derechos de esta cinta).

Y es que Los Cronocrímenes es un thriller fantástico al más puro estilo de El Espinazo del Diablo o la aclamada Rec de Balagueró y es que aquí la ciencia es un aliciente, un contexto, una ayuda pero no un hilo conductor.

El comienzo de la cinta nos recuerda a la típica cinta de Hitchcock: sabemos que sucederá algo, algo que no nos gustará, algo que probablemente no entenderemos hasta que sea demasiado tarde y no podamos pararlo. Esto mismo sucede en Los Cronocrímenes ¿qué pasa en el bosque? ¿Quién es y qué hace un hombre con una gasa rosa en la cabeza? ¿Qué pasa en ese silo?

Quizás el mayor problema de la propuesta de Vigalondo es que al final nos da la sensación que no se ha rematado la historia ¿habrá un Héctor 4, un Héctor 5… un Héctor n? Sin duda se precipita el final cuando durante el resto de la cinta se han cuidado los detalles de la historia.

En el plano interpretativo la cosa decae, si bien es cierto que Karra Elejalde cumple en su papel como Héctor, no lo hacen así Bárbara Goenaga, la cual hace un papel poco creíble y demasiado forzado, y Nacho Vigalondo, que además de dirigir y escribir la película actúa, si bien podemos tomar su actuación con un acto de frikismo que acerca a Los Cronocrímenes a la serie B de gran pantalla: bajo presupuesto pero grandes montajes e historias y una pizca de frikismo.

Es injusto que bodrios como El Orfanato se lleven la taquilla y buenas cintas como Los Cronocrímenes pasen sin pena ni gloria entre el gran público (y será aun más triste cuando Cruise venga a presentar su remake y las salas se llenen simplemente por la sonrisa del estadounidense).

Pd.: los que hayáis visto la cinta y el corto de Vigalondo entenderéis el por qué de la elección de este cartel mucho más al estilo Vigalondo que esos carteles mucho más trabajados que pierden el “carisma Vigalondo”.