Hace casi dos meses os comentaba mi experiencia en el concierto que Muse dio en Madrid dentro de su gira Resistance y terminaba el post diciendo algo como: "ha sido la primera vez que veía a Muse en directo pero espero que no sea la última" lo decía sin pensar que lo velvería a ver en menos de dos meses y es que Muse amplió su gira incluyendo dentro de ella el Festival Xacobeo 10 (al que Gadis tuvo le gentileza de invitarnos). Pero antes de llegar a Muse por el escenario situado en el Monte del Gozo pasaron otras propuestas.

Comenzamos el día sin mucha ilusión y es que oscuras nubes nos impedían ver el sol que había lucido semanas atrás pero al final aguantó (con algún que otro sobresalto eso sí) y pudimos disfrutar de una tarde musicalmente rica.

Cuando llegamos al recinto (que no se había vuelto a usar desde el concierto de Springsteen donde la gente no había quedado demasiado entusiasmada con la organización) era el momento de DJ Poti, DJ residente del Playa Club... la verdad es que no le hicimos demasiado caso al hombre y preferimos sentarnos a tomar los poquitos rayos de sol que lucian.

Pero tras abandonar DJ Poti el escenario llegaba la primera sorpresa (positiva) de la tarde-casi-noche santiaguesa: The Right Ons. Debo decir que estaba predispuesto positivamente para pasármelo bien con estos gallegos afincados en Madrid y... The Right Ons superaron con creces las expectativas volcadas en ellos. En directo tocan realmente bien y sus temas son mucho más pegadizos de lo que pueden parecer por la radio... además se entregaron y se el público se lo agradeció.

Tras The Right Ons y con un paso fugaz de Poti mientras cambiaban el escenario fue el turno de Jónsi, vocalista de los islandeses Sigur Rós... nunca había escuchado la propuesta en solitario de Jónsi aunque de ella tenía buenas referencias.

Comenzó quizás algo frío pero tenía el díficil papel de cambiar del rock setentero de The Right Ons a la "frialdad" y orquestación islandesa. Jónsi comienza frío y uno llega a plantearse que hace en el cartel de un Festival así pero su delicadeza te termina envolviendo llegando a un final de concierto increíble o por lo menos totalmente inesperado. Jónsi terminó su concierto de manera chamánica, con plumas de indio y con un juego de luces que unido a su especial manera de cantar te transportan a otros lugares... por un momento abandonamos el Monte del Gozo y nos trasladamos a un mundo onírico de frágiles sonidos.


Y llegó el plato fuerte de la noche, los chicos de Devon: Muse. Y Muse cumplió, sí, así, sin más... y es que el concierto de Madrid estaba demasiado reciente y las comparaciones fueron odiosas. Quede claro que Muse, con o sin parafernalia tecnológica, siempre merece la pena... pero es triste que una banda como la inglesa no pueda desplegar todo su potencial: tiempo reducido (hora y media estuvo Muse sobre el escenario) y escenario compartido (y es que el que llevaban a Madrid era tres veces más grande) y es eso lo que tienen este tipo de festivales.


Hemos de decir que sonando la mayoría de sus himnos aunque faltase su versión de Feeling Good y el público estuvo rendido a ellos desde antes de la apertura de puertas. Aquello fue una autentica fiesta pero no un concierto inolvidable. Y es que he leído en algún sitio que este concierto de Muse ha sido como una tormenta de verano: intenso y rápido... quizás esta sea la definición acertada.