Hooligans 2 (Green Street Hooligans 2)

Lo reconozco Green Street Hooligans me gustó, me gustó como se explicaba la situación y los motivos de una de la hinchadas más violentas d...

Lo reconozco Green Street Hooligans me gustó, me gustó como se explicaba la situación y los motivos de una de la hinchadas más violentas del deporte rey, no para su justificación pero si para su desmitificación por eso en el momento que descubrí que existía una segunda parte de esta historia me hice con ella.

Hooligans 2 es una buena muestra de cómo cargarse una buena historia, de cómo pasar de un interesante película a un total bodrio que salpica de basura a la historia anterior.

Si cuando hablábamos de Hooligans ensalzábamos su verosimilitud con esta segunda entrega tendremos que hacer justamente lo contrario. Si Hooligans era una mirada diferente sobre un fenómeno social, Hooligans 2 es una total idiotez. Aquí ya no hay sentimientos, ideas, razonamientos… no, aquí solo hay peleas forzadas (donde mezclan al tráfico de drogas, al tráfico de influencias y a la mafia rusa). Y es que Hooligans 2 es el colmo del asco porque no me digáis que el partido sin reglas por la libertad es normal…

No sé, no entiendo en que piensan en ocasiones los productores. Entiendo eso de “si la primera funcionó, la segunda…” vale, pero la primera hablaba de unas cosas y esta segunda es como Street Fighters con un balón de futbol por el medio… es realmente incomprensible.

Hooligans 2 nada tiene que ver con el fútbol, con los hooligans o directamente con la realidad; tan solo es un bodrio con el que ponernos de mala leche a aquellos que habíamos disfrutado con la primera entrega, como he leído por ahí: un desecho fílmico.

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