Llega el verano y con ello el fin de curso pero no solo el académico, nuestras series favoritas también se despiden hasta la próxima temporada. Y si hablamos de “nuestras series favoritas” está claro que antes o después House saldrá a la palestra. Entonces, hablemos de la séptima temporada del médico más sarcástico y extravagante de la televisión.

Comenzaba la temporada tras ver a House y a Cuddy se besaban apasionadamente, probablemente el beso seriofilo más deseado después del de Murder y Scully, tras comprobar que no se trataba de una alucinación fruto de las drogas House y Cuddy comienzan su idilio amoroso… ¿Cómo terminará? Pues teniendo en cuenta que a lo largo de las pasadas seis temporadas House se ha dedicado a espantar a todo aquel que se le acerca es fácil saberlo…

Pero el mayor acierto y el mayor error de esta temporada de House viene de la mano de la misma persona: Amber Tamblyn quien da vida a la doctora Martha Masters. Amber Tamblyn llega a House para cubrir la baja temporal de Olivia Wilde (quien se encontraba grabando otros proyecto, como por ejemplo: Tron Legacy…). Pero ¿por qué digo que se trata de “el mayor acierto y error”? pues porque desde mi punto de vista Masters es un personaje aburrido, simplón y sin gracia (ni desgracia) si bien es cierto que por un momento temí que fuese devorada, Masters nunca me ha divertido ni entretenido… dicen que exprime valores como la honestidad y la justicia pero a mí me parece una monja con bata en vez de habito, vamos, un aburrimiento supino. Evidentemente, como posiblemente estéis pensando su llegada es la peor noticia para la serie y su salida la mejor (ya no solo por el regreso de Olivia Wilde aka Trece).


Y es que muerta la tensión sexual entre Cuddy y House la serie ha ido a menos, quizás repuntó con la vuelta de Trece pero tan solo quizás; quizás queramos saber en qué playa veranea House o como explicará el alunizaje pero algo ha de cambiar… esta temporada ha sido floja ¿culpa de los guionistas? ¿culpa de la edad? ¿culpa de Masters? Pues no lo sé, tan solo sé que House ha ido de más a menos esta temporada para dejarnos un sabor de boca agridulce. Con capítulos aceptables (bonita metáfora de “mediocres”) y otros bastante buenos como el penúltimo.

Nos despedimos esta temporada de la doctora, amiga, salvadora y ex amante de House, Lisa Cuddy desaparece de la serie (aunque tras el capítulo final supongo que tras una serie de contenciosos judiciales)… y parece ser que la próxima temporada será la final, que House se va, que ocho años son muchos, que Laurie ha perdido motivación (interpretativa porque recordemos que también es productor ejecutivo, cosa por cierto bastante rentable), que esto se acaba… puede ser, pero para eso, aun falta una temporada de la que hablaremos en un par (o una docena) de meses. Hasta entonces buen verano para House y su equipo.