Rise of the footsoldier, Hoolingan o De Hooligan a Ganster vienen siendo las tres maneras de llamar a la misma basura. ¿Basura? Pues sí y gracias a sus momentos finales, hasta ellos había sido una cinta aburrida más o menos bravucona, pero en su secuencia final Rise of the footsoldier se encumbra a la categoría de basura debido al intento de lavado de imagen del amigo Charlton.

Y es que como he dicho, con anterioridad, Rise of the footsoldier simplemente era mala: temática hoolingan cero, temática gánster pues poco, violencia gratuita: mucha. Si pensáis encontraros algo al estilo Green Street Hoolingans no lo lograreis, aquí encontrareis drogas, pistolas, machetes, sangre… pero apenas grada de futbol (quedan reducidos a los primeros 15 minutos).

Pero bueno, hasta ese momento es aceptable, cambias el chip y te dices “venga una de mafia chunga” pero llega el final y el director quiere librar al protagonista de las dos horas de pecados que ha cometido antes ¡y todo esto mientras esconde machetes por casa! Pero ¿de qué vamos? Nos hemos pasado toda la cinta criticándolo, mirando su comportamiento como ejemplo de no hacer las cosas y en el segundo final ponemos una cancioncita de Survivour y lo liberamos de sus pecados… ¡que no hombre, que no!

Rise of the footsoldier es violencia por el mero hecho de diversión, sin sentido, sin significado y:


¡sin gatitos!