"... la muerte no es interesante, tú existes para lo que es interesante: puzzles, ideas, análisis... La muerte es lo contrario de un buen enigma, es la nada eterna. Pero tú ya no encuentras la vida interesante..."

Y House llegó a su fin, han sido ocho años en nuestro ordenador, en nuestra televisión... al fin y al cabo en nuestras vidas.

Todos sabíamos que el fin estaba realmente cerca, la salida principalmente de Cuddy (Lisa Edelstein) de la serie y los constantes cambios en el reparto del servicio de diagnostico predecían un final de la serie que por fin llegó al fin de esta octava temporada. Quizás hubiese sido un final más digno para la serie hacerlo al final de la pasada temporada y es que al final es estirar demasiado al personaje: tocó fondo ¿de verdad necesitamos saber si House, el personaje, vuelve a ser el House de siempre? Pues probablemente no. Dicho esto hemos de reconocer que esta última temporada ha tenido algunos episodios realmente buenos, un claro ejemplo de ello es el titulado "Nobody's Fault" (el undécimo capítulo) donde vivimos la acción mediante flash-backs continuos.

Pero vayamos a lo que todos queremos saber ¿se merece <i>House</i> el final que ha tenido? Pues no, no me llueven anillos por reconocerlo: claramente no. House es un médico, de hecho es el Sherlock de la medicina, un hombre que como contábamos en la intro le encanta resolver misterios y/o puzzles, un hombre con una sinceridad cruel y cargado de frases lapidarias y se va un ser condescendiente, un cachorrito que se pliega a la enfermedad de su mejor amigo. Muchos diréis que lo hace mediante una jugarreta magistral pero no, no es así, simplemente los guionistas crean un final naïf y soso para el que fue genio de la medicina... tan triste es el final que el gran delito de House es reventar las tuberías de un hospital ¿después de mil cosas? Triste, soso, incoherente y si me apuráis mezquino (después de ocho años de crueldades que nos vendan un final así es mezquino). La búsqueda del happy-end mancha una serie (con sus altibajos) estupenda.

Termina House posiblemente serie más entretenida de los últimos año (con permiso de Sons of Anarchy y la épica Juego de Tronos) una serie que nos deja momentos genial que nunca se nos olvidaran: la autopsia al al bebe, la despedida de Amber mientras suena Re_Starck de Bon Iver, el capítulo final de la sexta temporada... y es que House al igual que "Teardrop" de Massive Attack se han convertido en parte de nuestro imaginario.